2023
Cómo me enseñan las Escrituras a amar a los demás
Septiembre de 2023


Solo para la versión digital: Jóvenes adultos

Cómo me enseñan las Escrituras a amar a los demás

Estudiar las Escrituras nos ayuda a experimentar mayores sentimientos de caridad por las personas que nos rodean.

Un libro abierto debajo de un corazón

Mientras crecía, sabía que el Evangelio era verdadero por asistir a Seminario, observar el ejemplo de mi hermano mayor y leer las Escrituras, pero me enfrenté a mucha oposición cuando cumplí diecinueve años y comencé a prepararme para servir en una misión. Tuve que esperar mucho más de lo que quería, pero finalmente pude servir. ¡Fue la época más memorable de mi vida!

Y a pesar de que me enfrenté a mucha oposición en mi misión, fue allí donde me acerqué significativamente a Jesucristo y aprendí acerca de Su amor perfecto por medio de las Escrituras y de mis propias experiencias. Pude aprender a amar a las personas a las que servía de la manera en que el Salvador las amaba.

Desarrollar la caridad me ayudó a servir durante los dos mejores años de mi vida y, al reflexionar sobre ese período, reconozco aún más plenamente cómo las Escrituras me llevaron a desarrollar el amor puro de Cristo.

Las Escrituras nos ayudan a amar

¿Te consideras un discípulo de Jesucristo?

En el Libro de Mormón, Moroni enseñó que los discípulos de Cristo poseían ciertas virtudes. Esas virtudes incluyen la caridad o, como él lo dice, “el amor puro de Cristo” (Moroni 7:47). Sin embargo, para mí y para muchos de nosotros, a veces puede ser difícil mostrar caridad hacia todos, especialmente en el mundo oscuro en el que vivimos.

A menudo me he preguntado a mí mismo y al Padre Celestial:

“¿Cómo puedo seguir el consejo de desarrollar ese amor puro de Cristo cuando soy tan imperfecto?”.

Por medio de mucha reflexión y búsqueda personal, he llegado a aprender una práctica útil que está al alcance de nuestras manos.

Cuando queremos respuestas y guía, ¡no tenemos que mirar mucho más lejos que las Escrituras! Sabemos que “las palabras de Cristo [n]os dirán todas las cosas que deb[emos] hacer” (2 Nefi 32:3), pero ¿realmente “cree[s] las Santas Escrituras” (Helamán 15:7) y en su poder para ayudarte a desarrollar la caridad?

Mediante mi propio estudio de las Escrituras, encontré la ayuda que necesitaba para desarrollar más caridad. Siento que mi corazón cambia al leer las verdades del Salvador. El presidente Spencer W. Kimball (1895–1985) dijo: “Si me sumerjo en las Escrituras […], amo más intensamente a aquellos a quienes debo amar con todo mi corazón, alma, mente y fuerza“1.

Me he dado cuenta de que el estudio de las Escrituras es una de las herramientas más poderosas que pueden ayudarnos a llegar a ser semejantes a Jesucristo. Cuando apartamos un tiempo y un lugar para meditar en las Escrituras, podemos aprender más acerca de Su verdad, Su amor y Su voluntad, especialmente sobre cómo amar a los demás como Él lo hace.

Practicar el amor puro del Salvador

La hermana J. Annette Dennis, Primera Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, recientemente enseñó: “El Salvador […] es la personificación de la caridad, del amor puro. A medida que aprendemos gradualmente a hacer lo que Él nos pide […], Su amor fluirá en nosotros y hará que todo lo que Él pide sea no solo posible, sino a la larga mucho más fácil y ligero [véase Mosíah 24:15], y más gozoso de lo podríamos llegar a imaginar. Requerirá práctica; podría llevar años, como ha sucedido conmigo, pero cuando tenemos incluso el deseo de que el amor sea nuestra fuerza motivadora, Él puede tomar ese deseo [véase Alma 32:27], esa semilla, y con el tiempo convertirla en un hermoso árbol, lleno de los frutos más dulces [véase Alma 32:41]”2.

Cultivar la caridad requiere práctica, pero si estamos dispuestos a aprender de las Escrituras y a actuar de acuerdo con ellas, podemos llegar a ser mejores al momento de mostrar un amor cristiano. Descubriremos que las verdades de las Escrituras y las palabras de los profetas realmente edifican en nosotros un carácter más semejante al de Cristo. Descubriremos que es posible desarrollar el amor puro de Cristo. Y con Su amor puro ahora como parte de nuestro propio carácter, podremos amar mejor a los demás de la manera en que Él lo hace y sentir más de Su amor puro en nuestra propia vida.

Notas

  1. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, 2006, pág. 75.

  2. J. Anette Dennis, “Su yugo es fácil y ligera Su carga”, Liahona, noviembre de 2022, pág. 81.