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Pornografía


un hombre mira la pantalla de una computadora

Estudio doctrinal

Pornografía

Reseña

Jesucristo dio el ejemplo al ser alguien que es puro en pensamientos y actos (véase 3 Nefi 27:21). Aunque “ fue tentado en todo según nuestra semejanza”, se mantuvo “sin pecado” (Hebreos 4:15). Se mantuvo limpio, puro y virtuoso; y nosotros podemos hacer lo mismo. El Señor nos ha instado a “deja[r] que la virtud engalane [nuestros] pensamientos incesantemente” (Doctrina y Convenios 121:45).

La pornografía es cualquier representación, ya sea en imágenes o por escrito, con el objetivo de despertar sentimientos sexuales inapropiadamente. La pornografía es más común en el mundo actual que en cualquier otra época anterior. Puede encontrarse en material escrito (incluso en novelas románticas), en fotografías, películas, imágenes electrónicas, videojuegos, publicaciones de las redes sociales, aplicaciones para teléfonos, conversaciones telefónicas eróticas, música o en cualquier otro medio.

La intimidad física es una sagrada parte del plan de felicidad del Padre Celestial. Sin embargo, el adversario trata de obstaculizar el plan de felicidad del Señor al proponer que la intimidad física es solo para la satisfacción personal. La pornografía es un instrumento del adversario, y su uso ocasiona que el Espíritu del Señor se aparte de nosotros (véase Doctrina y Convenios 63:16).

Entre los posibles efectos de la pornografía se hallan el aislamiento, los encubrimientos y el engaño, lo cual deteriora las relaciones y nos deja expuestos a la baja autoestima, la ansiedad y la depresión; a falsas expectativas e información errónea sobre la intimidad sexual; a condicionarnos a ver a los demás como objetos que podemos usar y de los que podemos abusar; y a que desarrollemos ideas obsesivas y conductas compulsivas.

El presidente M. Russell Ballard ha aconsejado:

“Si están inmiscuidos en ella, si están atrapados en esta práctica, busquen ayuda espiritual ya mismo. Pueden vencer la pornografía con la ayuda del Señor. ¡No esperen!”.

Dejar que la virtud engalane nuestros pensamientos incesantemente y vivir la ley de castidad nos ayudará a seguir el virtuoso ejemplo del Salvador.

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¿Cómo puedo vencer las asechanzas de la pornografía?

Aunque ya haya cedido a la pornografía en cualquier medida, tiene la capacidad de detenerse. Usted posee el albedrío de escoger sus pensamientos y acciones. Para ello se requiere admitir sinceramente el problema y estar dispuesto a asumir la responsabilidad de sus acciones y del dolor que dichas acciones hayan causado a otras personas. Quizás el adversario lo haya llevado por mal camino en el pasado, pero usted tiene la decisión final; puede recobrar la fortaleza del Espíritu en su vida. Para hacerlo, lo principal que tiene que saber es que su Redentor lo ama; y que Él tiene el poder de ayudarlo y sanarlo. Él murió a fin de pagar por los pecados de todos los que se arrepientan y lo sigan. Puede recurrir al poder de Su expiación para tener esperanza y fortaleza al arrepentirse. Recuerde las palabras del apóstol Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

Hay diversas fuentes de ayuda a su disposición. El sitio web Addressing Pornography y el Programa para la recuperación de adicciones ofrecen un programa de recuperación centrado en el Evangelio, tanto para usted como para su familia.

¿Cómo enseño a mis hijos sobre el peligro de la pornografía?

Los padres tienen la sagrada tarea de enseñar a sus hijos e inculcarles valores justos. Los padres que hablan a sus hijos y conversan con ellos abiertamente sobre la intimidad sexual y la función de esta en el plan de nuestro Padre Celestial contribuyen a proteger a sus hijos de la influencia del adversario.

El sitio web Addressing Pornography ofrece material para ayudar a los padres a proteger e instruir a sus hijos. Entre algunas de las lecciones de la noche de hogar que podría considerar se hallan las siguientes:

¿Cómo puedo saber si alguien tiene dificultades con la pornografía?

Discernir claramente si una persona tiene o no problemas con la pornografía resulta difícil, no obstante, hay algunas señales a las que puede estar atento. Aunque el hecho de que tan solo se vea una de estas señales podría resultar un indicador poco eficaz, es posible que cuantas más señales aparezcan, más deba preocuparse.

  • La pérdida de interés en las relaciones sexuales o un apetito sexual insaciable.

  • Las conductas de negación, como el estar a la defensiva, la racionalización, la minimización, etc.

  • El descuido de las responsabilidades.

  • Un aislamiento cada vez mayor (por ejemplo, permanecer con la computadora hasta altas horas de la noche); el apartarse de la familia.

  • El distanciamiento emocional de la familia; el asumir una postura crítica hacia el cónyuge y los hijos.

  • La propensión al enojo; los cambios de humor repentinos.

  • Las ausencias sin explicación.

  • Las transacciones financieras sin explicación.

Si sospecha que un ser querido podría estar teniendo dificultades con la pornografía, lea lo que se aconseja en AddressingPornography.org.

¿Cómo puedo afrontar el hecho de que mi cónyuge o mi hijo consuman pornografía?

Es normal sentirse enojado, desanimado, traicionado o angustiado al enterarse de que un integrante de la familia tiene problemas con la pornografía. Al atravesar esas dificultades, puede procurar y recibir fortaleza deliberando en consejo con su obispo. Además, tal vez desee pedir una bendición del sacerdocio a un poseedor del sacerdocio digno. Busque fortaleza en los relatos de otras personas que hayan atravesado experiencias semejantes.

Lea relatos alentadores dirigidos a los cónyuges y familiares en AdressingPornography.org, y estudie la Guía de apoyo para el cónyuge y los familiares, que se halla en AddictionRecovery.lds.org.

También podría participar en los grupos de apoyo para cónyuges y familiares de adictos a la pornografía por medio del Programa para la recuperación de adicciones.

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“Recursos para ministrar” (acceso restringido a los miembros del consejo de barrio y de estaca)

Revistas de la Iglesia

 

 

“El pesar y la esperanza: Cuando el cónyuge utiliza pornografía”, Liahona, febrero de 2017

 

“Nuestra mejor defensa en contra de la pornografía”, Liahona, enero de 2016

 

“Sanar heridas ocultas”, Liahona, septiembre de 2014

 

 

“Mi lucha con la pornografía”, Liahona, julio de 2007

“Cómo conversar con los jóvenes sobre la pornografía”, Liahona, julio de 2007

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