“Los orígenes del Libro de Abraham”, Temas y preguntas, 2023
Preguntas sobre la Iglesia y el Evangelio
Los orígenes del Libro de Abraham
Reseña
El Libro de Abraham es un libro de Escrituras inspiradas dado por revelación al profeta José Smith. Sigue, en algunos aspectos, el relato bíblico del antiguo patriarca y añade información importante sobre su vida y sus enseñanzas. Contiene profundas verdades acerca de la naturaleza de Dios, Su relación con nosotros como Sus hijos y el propósito de esta vida.
Este libro de Escrituras fue revelado a José Smith a partir de 1835, en un momento en que estaba estudiando unos papiros egipcios antiguos que los santos habían comprado. Muchas personas vieron los papiros, pero no existe ningún relato de testigos presenciales del proceso de traducción. Actualmente, solo existen pequeños fragmentos de los largos rollos de papiros que en su día pertenecieron a José. Se desconoce la relación que existe entre los escritos egipcios de esos papiros y el texto de las Escrituras que tenemos hoy en día.
Es posible que José Smith haya traducido el Libro de Abraham a partir de porciones del papiro que ahora faltan, o su estudio del papiro pudo haber servido como catalizador que condujo a una revelación sobre Abraham. En cualquier caso, José no tradujo el libro por medios convencionales. Refiriéndose a la traducción del Libro de Mormón, el Señor dijo: “No puedes escribir lo que es sagrado a no ser que lo recibas de mí”. El mismo principio se aplica al Libro de Abraham.
La veracidad y el valor del Libro de Abraham no pueden establecerse mediante debates académicos. Su naturaleza como libro de Escrituras reside en las verdades eternas que enseña y el poderoso espíritu que transmite. Cada uno de nosotros puede estudiar sus enseñanzas y orar para recibir la confirmación del Espíritu Santo de que su mensaje proviene de Dios.
¿Cómo tradujo José Smith el Libro de Abraham?
El profeta José Smith no explicó cómo tradujo el Libro de Abraham. Sabemos que él y otras personas estudiaron detenidamente los rollos de papiro egipcio que la Iglesia adquirió, pero no entendía el egipcio antiguo ni tenía acceso a herramientas que pudieran ayudarlo a traducir el texto por medios convencionales. Los colaboradores de José simplemente recordaban que la traducción había sido revelada por Dios. Como observó John Whitmer: “José, el vidente, vio estos registro[s] y, mediante la revelación de Jesucristo, pudo traducirlos”. Hay fuentes que sugieren que puede que José Smith utilizara una piedra de vidente mientras dictaba el texto del Libro de Abraham.
La mayoría de los papiros que estaban en posesión de José se han perdido, aunque algunos fragmentos han subsistido. Se trata de dos fragmentos del Libro de las Respiraciones para Horos; cuatro fragmentos y varios retazos del Libro de los Muertos para Semminis; y un fragmento del Libro de los Muertos para Nefer-ir-nebu. Tanto los egiptólogos Santos de los Últimos Días como los que no lo son están de acuerdo en que los caracteres de estos fragmentos no coinciden con la traducción dada en el Libro de Abraham.
Algunos Santos de los Últimos Días creen que el texto del Libro de Abraham se encontraba en los papiros que ahora han desaparecido. Otros concluyen que el estudio de José de los papiros motivó una revelación acerca de acontecimientos y enseñanzas clave en la vida de Abraham, de manera muy similar al modo en que anteriormente recibió una revelación acerca de la vida de Moisés mientras estudiaba la Biblia. Según ese punto de vista, los papiros actuaron como catalizadores para una revelación sobre Abraham.
La Iglesia no tiene una postura sobre estas teorías. Simplemente afirma que la traducción se llevó a cabo por revelación. Como el Libro de Mormón, el Libro de Abraham ha salido a la luz por “el don y el poder de Dios”.
¿Cuál es la relación entre el Libro de Abraham y los documentos en egipcio?
Desde julio de 1835 hasta noviembre de 1835, José Smith y sus escribas elaboraron varios documentos relacionados con los caracteres de los papiros egipcios. Estos incluyen lo que se conoce como los “Documentos del alfabeto egipcio” y la “Gramática y alfabeto de la lengua egipcia”. Los documentos parecen ser parte de una búsqueda de José y otras personas para comprender idiomas y conceptos antiguos a fin de poder conectarse con un pasado sagrado. José Smith y sus escribas copiaron caracteres de los papiros y de otras fuentes en estos documentos y sugirieron múltiples explicaciones (denominadas “grados”) para cada carácter. Por lo general, esas explicaciones no coinciden con las interpretaciones de los eruditos.
José Smith y sus contemporáneos no explicaron cómo se relacionan esos documentos con el Libro de Abraham. Algunos eruditos creen que fueron un intento de aprender egipcio utilizando las porciones ya reveladas del texto del Libro de Abraham. Otros llegan a la conclusión de que José y sus compañeros crearon los documentos en egipcio como parte del proceso mediante el cual José recibía revelación, “estudiándolo en [su] mente” primero. Otros incluso creen que ninguna de estas teorías es correcta.
¿Utiliza el Libro de Abraham el lenguaje de la versión del rey Santiago de la Biblia [en inglés]?
La versión del rey Santiago de la Biblia [VRS] tuvo un profundo efecto en el idioma inglés. Era especialmente bien conocida por las personas en la época de José Smith. Las revelaciones en Doctrina y Convenios con frecuencia incluyen frases que se encuentran en la VRS. Lo mismo ocurre con las traducciones del Libro de Mormón, el Libro de Moisés y el Libro de Abraham. Es natural que el lenguaje de la VRS o incluso palabras y frases de otras fuentes conocidas por José Smith aparezcan en esos libros de Escrituras. El Señor explicó que Él da revelación a Sus siervos “según su manera de hablar, para que alcan[cen] entendimiento”. El lenguaje de José estaba fuertemente influenciado por la cultura en la que vivía y especialmente por su familiaridad con la VRS.
Varios pasajes de la narración de Abraham se solapan con el Libro de Génesis. Aunque esos pasajes incluyen algunas frases del conocido relato bíblico, también contienen diferencias significativas que pueden enriquecer nuestro entendimiento.
¿Qué sabemos acerca de las explicaciones de José Smith de los facsímiles del Libro de Abraham?
El Libro de Abraham incluye tres ilustraciones impresas, conocidas como facsímiles, que se basan en imágenes de los papiros. Esos facsímiles se incluyeron cuando el Libro de Abraham se publicó por primera vez en 1842. Las explicaciones de José Smith de las imágenes se publicaron junto con los facsímiles. Las ilustraciones se mencionan en el texto del Libro de Abraham. Por ejemplo, Abraham 1:12 se refiere a “la representación que se encuentra al principio de este relato”, es decir, el facsímile nro. 1.
La mayoría de las explicaciones que José publicó con los facsímiles no coinciden con las interpretaciones de los egiptólogos modernos. Sin embargo, los eruditos han notado algunos paralelismos. Por ejemplo, José Smith describió las cuatro representaciones de la figura 6 del facsímile 2 como “esta tierra en sus cuatro partes”. Otros eruditos han interpretado de manera similar figuras idénticas en otros textos egipcios antiguos. El facsímile nro. 1 contiene una deidad con forma de cocodrilo que nada en lo que José Smith llamó “el firmamento arriba de nuestra cabeza”. De manera similar, los eruditos han identificado las concepciones egipcias del cielo como “un océano celestial”.
No sabemos cómo se relacionan los facsímiles con el texto. Hay evidencias de que algunos autores judíos de la época en que se crearon los papiros adaptaron e incorporaron dibujos e historias egipcias a sus propios textos sagrados, incluidos los relacionados con Abraham. Es posible que esas ilustraciones fueran reutilizadas de manera similar.
¿Ha sido transparente la Iglesia en cuanto a lo que sabemos acerca de los papiros y su contenido?
Sí. A lo largo de su historia, la Iglesia ha compartido públicamente su conocimiento sobre los textos egipcios relacionados con el Libro de Abraham. La Iglesia tenía dos rollos de papiro egipcio y fragmentos de un tercero entre 1835 y 1847. Durante ese período, los papiros se mostraron regularmente al público. Después de la muerte de José Smith, Emma Smith y su segundo esposo los vendieron a un hombre llamado Abel Combs, quien los dividió en al menos dos colecciones y los vendió a otras partes. Muchos se perdieron. Cuando la Iglesia obtuvo los fragmentos de papiro restantes del Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York en 1967, publicó un anuncio sobre la adquisición y las imágenes de los fragmentos en Deseret News y en la revista de la Iglesia de esa época, Improvement Era. En esos artículos se hablaba del origen de los fragmentos y su relación con lo que se identificó en ese momento como el libro funerario egipcio de los muertos.
A partir de ese momento, los líderes de la Iglesia dieron a algunos eruditos acceso directo a los fragmentos del papiro, y tanto eruditos Santos de los Últimos Días como no Santos de los Últimos Días publicaron traducciones y análisis de los mismos. Se sabe que solo subsistió una pequeña porción de los dos rollos de papiro y varios fragmentos de papiro que tenía José Smith. En 2018, The Joseph Smith Papers [Los documentos de José Smith] publicó nuevas imágenes y análisis de todos estos fragmentos.
¿Cuántos fragmentos de papiro faltan en la actualidad?
Los eruditos generalmente concuerdan en que los papiros que ahora existen representan solo una fracción de los dos rollos originales y otros fragmentos adquiridos originalmente por José Smith y la Iglesia. Los investigadores han utilizado diferentes métodos para calcular la longitud original de los rollos. Sus estimaciones de lo que tenemos hoy en día van desde tan solo el 2,5 por ciento hasta el 30 o el 45 por ciento del papiro en posesión de José.
¿Por qué el Libro de Abraham afirma haber sido escrito por la propia mano de Abraham?
Cuando el Libro de Abraham se publicó por primera vez en 1842, comenzaba con una explicación que decía: “Una traducción de unos anales antiguos que han llegado a nuestras manos procedentes de las catacumbas de Egipto, que afirmaban ser los escritos de Abraham mientras se hallaba en Egipto, llamado el Libro de Abraham; fue escrito de su propia mano en papiro”. Una versión anterior del manuscrito del Libro de Abraham contiene una introducción redactada de forma similar. La introducción, tal como existe hoy en día, probablemente se creó cuando se publicó el Libro de Abraham en 1842. Se incluyeron introducciones similares con la publicación de algunos de los otros textos de revelación de José Smith.
El análisis muestra que los papiros se escribieron entre los siglos III y II a. C., mucho después de que Abraham viviera. Esta datación no refuta el contenido del Libro de Abraham. Muchos textos antiguos que existen hoy en día son copias de copias. De manera similar, el Libro de Abraham podría haber sido copiado varias veces a lo largo de los siglos, pero aún así afirmar que Abraham es su autor.
¿Concuerda el Libro de Abraham con lo que sabemos sobre el antiguo Cercano Oriente?
El Libro de Abraham contiene detalles que no se encuentran en la Biblia, pero que concuerdan con la literatura del mundo antiguo. Por ejemplo, algunos nombres de personas y lugares son similares a los nombres que se han encontrado en registros antiguos. También, algunos eruditos han relacionado la “planicie de Olishem” con una población situada en el noroeste de Siria llamada Ulisum. Esta es una coincidencia muy plausible con Olishem según las prácticas lingüísticas habituales. De manera similar, algunos eruditos Santos de los Últimos Días han sugerido que el dios de Elkénah representa una forma abreviada del título divino El Koneh Artzu, que se conoce por una variedad de inscripciones semíticas del noroeste y significa algo así como “El, Creador de la Tierra”.
Algunos de los temas generales y la estructura narrativa del Libro de Abraham son historias paralelas de fuentes antiguas no bíblicas. Estos incluyen al padre de Abraham, Taré, que era idólatra; una hambruna que asoló la ciudad natal de Abraham; y un ángel que rescató a Abraham de un sacrificio humano a manos de un faraón egipcio. Los textos antiguos también hacen referencia a que Abraham instruyó a los egipcios acerca de los cielos. Por ejemplo, Eupolemo, que vivió bajo el dominio egipcio en el siglo II a. C., escribió que Abraham enseñó astronomía y otras ciencias a los sacerdotes egipcios. Un papiro del siglo III a. C procedente de una biblioteca de un templo egipcio menciona el nombre Abraham con una ilustración similar al facsímile nro. 1 del Libro de Abraham. Algunos de esos detalles sobre la vida de Abraham eran generalmente desconocidos en la época de José Smith.
Si bien esos ejemplos son convincentes, también hay muchos ejemplos de las interpretaciones de José Smith de los facsímiles que no concuerdan con lo que sabemos actualmente sobre el mundo antiguo. Si bien reconocemos que hay mucho que no entendemos sobre el proceso de traducción, es importante recordar que la veracidad y el valor del Libro de Abraham no pueden establecerse mediante debates académicos sobre la traducción del libro. Leer el Libro de Abraham, meditar en su contenido y orar en cuanto a sus enseñanzas puede ayudar a obtener un testimonio espiritual de su valor eterno.
¿Cómo puedo obtener un testimonio del Libro de Abraham y de otras Escrituras reveladas a José Smith?
Hay mucho que no sabemos acerca de la forma en que el Libro de Abraham fue revelado a José Smith. Pero en muchos sentidos, nuestras preguntas sobre el proceso son menos importantes que la pregunta de si Dios reveló nuevas Escrituras a José Smith. Es una cuestión de fe. La mejor manera de recibir confirmación espiritual de esta pregunta es leer el Libro de Abraham, meditar en las verdades que revela, poner en práctica sus enseñanzas y procurar un testimonio del Espíritu Santo. Este proceso puede ayudarnos a acercarnos más a Jesucristo. Esa es la prueba definitiva del valor del Libro de Abraham.