Me llamo Magnolia. Voy a un barrio donde hablamos español. Un día, Mia fue a mi clase de la Primaria. Ella sólo habla inglés; yo quería que Mia se sintiera bienvenida, así que decidí ayudarla. ¡Yo sería su intérprete !
Al principio era difícil mantener el ritmo cuando estaba interpretando para Mia, pero después los maestros hablaron más despacio para darme tiempo. Todos nos sentimos bien de poder ayudar a Mia.
Las dos nos acabamos de bautizar y de ser confirmadas; a las dos nos gusta la música, especialmente los himnos y las canciones de la Primaria; a las dos nos gusta la noche de hogar, y a las dos nos gusta leer las historias de la revista Liahona.
Me llamo Mia. Mis padres hablan español, así que fuimos a un barrio donde se habla español. Yo no entendía lo que la gente decía, y Magnolia vio que yo estaba frustrada. Fue a sentarse a mi lado y me susurraba al oído en inglés.
Después de la Primaria, le pregunté a Magnolia si sería mi amiga y dijo que sí. Desde entonces, Magnolia fue mi amiga y mi intérprete. También me ayudó a hacer otros amigos.
Todos pueden ayudar a otras personas, igual que Magnolia me ayudó a mí. Ora. El Padre Celestial te ayudará a saber a quién ayudar. Es como la canción, “Con el Salvador al lado” (Bosquejo del Tiempo para compartir de 2008, pág. 11). Podemos intentar hacer lo que Jesús querría que hiciéramos.