Perfiles de jóvenes adultos
Edificando el Reino en Australia
El autor vive en Utah, EE. UU.
Ni los reveses ni los contratiempos pudieron detener a este joven adulto de ayudar a acelerar la obra del Señor en Australia.
A medida que el sol se levanta por el Monte Baw Baw, Callan Brooks hace lo que le encanta hacer: construir. Sonríe al colocar otro madero en su lugar y siente satisfacción por una labor bien hecha.
Al observar a Callan trabajar, uno no se imaginaría que tiene una deficiencia auditiva; pero eso no lo ha frenado en absoluto. A Callan le parece que nació para hacer eso; y quizá así sea; cinco generaciones de su familia han sido constructores.
“Cuando tenía 15 años, dejé la escuela para comenzar un programa de aprendiz”, dice él. “Si uno encuentra un programa de aprendiz que le guste, es común entre los australianos dejar la escuela y dedicarse a eso a tiempo completo”. Callan ha estado construyendo desde entonces. Ya sea que esté construyendo casas, reforzando su testimonio o magnificando un llamamiento, Callan constantemente participa en edificar el Reino de Dios.
De la misma manera que sus problemas de audición no lo han frenado en su trabajo de construcción, tampoco han impedido su deseo de aprender y predicar el Evangelio.
“Cuando era pequeño, apenas entendía un diez por ciento de lo que se decía desde el púlpito”, dice Callan. Quería servir en una misión de tiempo completo, pero no llegaba a cumplir con los requisitos a causa de sus problemas auditivos. Sin embargo, oró y confió en que la voluntad del Señor se cumpliría. Entonces sucedió algo inesperado: los problemas auditivos de Callan empeoraron.
“Cuando tenía dieciocho años, estuve completamente sordo por seis largos meses. Iba a la Iglesia por lo que sentía, ya que eso era todo el provecho que le sacaba”, explica.
Durante ese tiempo, Callan cultivó su testimonio y dependió del Espíritu. Lo que al principio pareció ser una prueba mayor, resultó ser la respuesta a sus oraciones. Con la pérdida repentina de su capacidad auditiva, reunió los requisitos para que se le hiciera un implante coclear, lo cual mejoró su capacidad de oír lo suficiente como para que pudiera prestar servicio en una misión de tiempo completo. Al poco tiempo, Callan partió para servir en Perth, Australia.
Ya de vuelta en casa en Moe, Victoria, Callan presta servicio en la presidencia de Hombres Jóvenes de su barrio, donde ayuda a diez jovencitos a mantenerse fuertes en el Evangelio en un lugar en el que permanecer firmes es particularmente difícil. A fin de lograrlo, hace hincapié en la función del Espíritu para lograr una verdadera conversión.
“Procuramos guiar a los jóvenes a que tengan su propia conversión mediante la lectura del Libro de Mormón y la participación en los programas de la Iglesia”, dice él.
El impacto de la labor de este constructor de la quinta generación es claro: a través de su trabajo en edificios, su testimonio del Evangelio y la guía que da a los hombres jóvenes de su barrio.