2016
¿Por qué el Libro de Mormón?
Septiembre de 2016


Cómo lo sé

¿Por qué el Libro de Mormón?

El autor vive en Filipinas.

Siempre había dependido de los demás para tener un testimonio del Libro de Mormón, pero decidí que ya era hora de procurar mi propio testimonio.

Book of Mormon timeline

¿Por qué necesitamos el Libro de Mormón cuando ya tenemos la Santa Biblia? He pensado mucho en esa pregunta. De joven sentía curiosidad por el Libro de Mormón, pero no tenía la motivación para leerlo. Por un lado, nadie en casa me animaba a hacerlo porque yo era el único miembro de la Iglesia en mi familia, excepto mi abuelo, que había fallecido.

Un domingo, durante una reunión de testimonios, muchos miembros testificaron de la veracidad del Libro de Mormón, del cual yo había empezado a tener dudas. Animaron a los que no lo habían leído a obtener su propio testimonio de que el Libro de Mormón es verdadero, de que José Smith fue un profeta de Dios y de que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el Reino de Dios en la tierra.

Reflexioné sobre si mi testimonio de la Iglesia y de José Smith era lo bastante fuerte para soportar las tentaciones de Satanás y me di cuenta de que no lo era. Mi testimonio era débil porque había dependido únicamente del de los líderes y miembros de la Iglesia. Me prometí que a partir de ese día empezaría a procurar tener mi propio testimonio.

Decidí leer el Libro de Mormón. En la introducción leí: “Invitamos a toda persona, dondequiera que se encuentre, a leer el Libro de Mormón, a meditar en su corazón el mensaje que contiene y luego a preguntar a Dios, el Padre Eterno, en el nombre de Cristo, si el libro es verdadero. Quienes así lo hagan y pidan con fe lograrán un testimonio de la veracidad y la divinidad del libro por el poder del Espíritu Santo. (Véase Moroni 10:3–5)”. Supe que se me invitaba personalmente a leer el Libro de Mormón. Al seguir leyendo, sentí la calidez del Espíritu Santo que testificaba de la divinidad y veracidad del libro.

Book of Mormon timeline 2

Descubrí que el Libro de Mormón sí testifica de Cristo y sentí vergüenza por dudar de su veracidad. En la escuela había aprendido cómo los jueces estudian detenidamente las pruebas de cada caso antes de emitir sentencia, pero yo había hecho lo contrario con el Libro de Mormón: lo había juzgado antes de leerlo.

Terminé la lectura con un corazón humilde y valor para defender lo que creo. Además, soy feliz porque ahora tengo una compañera para volver a leer el Libro de Mormón. Mi abuela se bautizó poco antes de que yo terminara de leer el Libro de Mormón por primera vez.

Tengo un firme testimonio de que Jesucristo es mi Salvador, de que José Smith fue un profeta de Dios y de que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Iglesia verdadera y viviente de Dios en la tierra.