Hasta la próxima
Nuestro santuario del día de reposo
Tomado de “La capilla: nuestro santuario del día de reposo”, en prophets.lds.org.
Si podemos empezar a pensar en la capilla como si fuera un santuario de fe y devoción que se usa para la reunión sacramental, todos seremos bendecidos.
La reunión sacramental es un momento maravilloso y glorioso. Cuando entramos en la capilla y nos preparamos para recibir la Santa Cena, tenemos que pensar que estamos en un santuario, en un lugar especial y sagrado en el que podemos contemplar a Cristo y Su gran y gloriosa misión. Dejamos a un lado las cosas del mundo y en su lugar pensamos en lo que es eterno. Tenemos que dejar a un lado nuestros teléfonos celulares y meditar acerca de Jesucristo, el Hijo del Dios viviente.
Solo tenemos setenta minutos cada semana para centrarnos en nuestro amor por el Salvador. Si podemos empezar a pensar en la capilla como si fuera un santuario de fe y devoción que se usa para la reunión sacramental, todos seremos bendecidos.
Al edificar el Reino de Dios, no puedo pensar en nada más importante que tener una reunión sacramental bien preparada, en la que los oradores hablen de Cristo, testifiquen de Cristo y compartan testimonios de los apóstoles y profetas de las Escrituras y otras fuentes.
Como Iglesia nos hemos centrado en el día de reposo. Hemos progresado, pero todavía no estamos donde deberíamos estar. Seguiremos con nuestros esfuerzos hasta que cada miembro y cada misionero esté tan motivado espiritualmente durante su adoración en el día de reposo que cada uno de ellos le diga a sus vecinos, investigadores y familiares: “Venid y ved. Venid y adorad con nosotros”. Ahí es adonde queremos llegar.
Si todos hiciéramos eso en la Iglesia, quienes acepten nuestra invitación de “venir y ver” sentirán el poder del mensaje de la Iglesia restaurada de Jesucristo. Al adorar con nosotros en las reuniones sacramentales, se conmoverán sus corazones y la luz del Evangelio se encenderá en sus mentes y corazones.