En el púlpito

Unidas en hacer el bien

Por Emma Hale Smith

Esta serie destaca la vida de mujeres devotas y sus mensajes, tomados del libro At the Pulpit: 185 Years of Discourses by Latter-day Saint Women, 2017. Algunos capítulos selectos están disponibles en churchhistorianspress.org/at-the-pulpit.

Sobre la hermana Smith

Emma Hale Smith (1804–1879) conoció a su esposo, José, cuando él se hospedó en casa de los padres de ella en Harmony, Pensilvania, EE. UU. Contrajeron matrimonio el 18 de enero de 1827. Lucy Mack Smith, la madre de José, elogió a Emma: “Nunca he visto en mi vida a una mujer que soportara toda clase de fatiga y tribulación… con tal coraje, celo y paciencia inquebrantables”¹. Emma trabajó por un corto tiempo como escriba en la traducción del Libro de Mormón. Ella abrió las puertas de su hogar a los enfermos, a los huérfanos y a otros visitantes.

En julio de 1830, José Smith dictó una revelación que estaba dirigida a ella, que actualmente se conoce como Doctrina y Convenios 25. El 17 de marzo de 1842 fue elegida Presidenta de la Sociedad de Socorro Femenina de Nauvoo. No obstante que Emma se reunió con la sociedad solo doce veces en 1842 y cuatro en marzo de 1844, su liderazgo fue crucial en dar forma a la organización.

La Sociedad de Socorro de Nauvoo funcionaba en un formato de discusión abierta en lugar de lecciones formales. Las palabras de Emma, que figuran aquí, demuestran su liderazgo². Emma mantuvo su sentido de autoridad espiritual, exhortando a las mujeres a arrepentirse mientras se fortalecían mutuamente y practicaban la caridad. Fomentó la unidad e instruyó a las mujeres sobre la compasión y el cuidado de los pobres.

Tengan la ambición de hacer el bien

[17 de marzo de 1842]

“La presidenta³ Emma Smith comentó que estamos haciendo algo extraordinario. Cuando un bote se atasque en los rápidos con una multitud de mormones a bordo, consideraremos eso como una llamada de auxilio. Esperamos oportunidades extraordinarias y llamamientos apremiantes…

“[Hizo] comentarios sobre el propósito de la sociedad, de sus deberes con los demás, así como de sus deberes respecto de las unas a las otras, a saber: buscar y aliviar a los angustiados, que cada miembro debe tener la ambición de hacer el bien… [y] tratarse unas a otras con franqueza”.

En julio y agosto de 1839, la comunidad de Commerce (más tarde Nauvoo), Illinois, se vio asolada por una epidemia de malaria. En esta pintura, Emma se encuentra en medio de un círculo de víctimas de malaria, dando ayuda y consuelo.

Emma Smith, the Elect Lady, (Emma Smith, La Dama Elegida), por Theodore S. Gorka; marco de Getty Images.

Estar unidas

[24 de marzo de 1842]

“La presidenta E. Smith… se puso de pie y dijo que se debe prestar minuciosa atención a las medidas para fomentar la unión en esta sociedad; que a todo miembro se le debe extender plena hermandad. Como sociedad, [ella] esperaba que se despojaran de todos los celos y malos sentimientos entre sí, si es que existían…

“… No es necesario que nadie se sienta comprometida sobre las preguntas que se hacen sobre esta sociedad. No hay nada que sea privado. Sus objetivos son puramente benévolos… sus objetivos son caritativos: ninguno puede oponerse a decir lo bueno, a detener el mal. Ella esperaba que todas se sintieran obligadas a observar esa regla… Es [el] deber de toda persona interesarse por la condición de los pobres y representar su verdadero estado”.

Empezar en casa

[14 de abril de 1842]

“El deseo de la presidenta Smith era hacer el bien. Deseaba que todos los miembros de esta sociedad le prestaran su apoyo. Dijo que era necesario empezar en casa a erradicar toda la maldad de nuestros corazones… Impuso la necesidad de andar de una manera que fuese aprobada por Dios”.

Arrepentirse y no volver a hacerlo

[19 de mayo de 1842]

“La señora Presidenta continuó exhortando a todas las que habían errado a que se arrepintiesen y abandonasen sus pecados. Dijo que las fuerzas de Satanás se oponían a esta Iglesia”.

Vivir rectamente delante de Dios

[23 de junio de 1842]

“La señora Presidenta dijo que se alegraba al ver que aumentaba la unión de la sociedad. Esperaba que viviésemos rectamente ante Dios, entre nosotras, y ante el mundo… Dijo que no teníamos nada que hacer más que temer a Dios y guardar los mandamientos, y que al hacerlo, prosperaríamos”.

Fortalezcámonos unas a otras

[16 de marzo de 1844]

“La señora Presidenta… tomó la palabra en la reunión sobre la necesidad de estar unidas entre nosotras y fortalecernos las manos a fin de que podamos hacer mucho bien entre los pobres… Debemos extender el manto de la caridad para proteger a aquellos que se arrepientan y para que no lo vuelvan a hacer… Aconsejó a todas a vivir de acuerdo con el Libro de Mormón y Doctrina y Convenios”.

Notas

1. “Lucy Mack Smith, History, 1845,” 190, josephsmithpapers.org.

2. Extraído del libro de minutas de la Sociedad de Socorro de Nauvoo, 17 de marzo de 1842–16 de marzo de 1844, págs. 8–[126]; se ha estandarizado el uso de las mayúsculas y la puntuación.

3. Las líderes del siglo XIX solían tener una variedad de títulos. En las minutas de Nauvoo, para distinguirla de su esposo, a Emma se la llamaba Presidenta, Presidenta Emma Smith, Sra. Presidenta y Presidenta Smith.