Plantas del testimonio
¿Qué significa en realidad tener un testimonio?
Elisa entró a la Primaria y se sentó al lado de su amigo Armando.
“¡Les damos la bienvenida!”, dijo la hermana Russo. “Empecemos con una canción”.
Elisa cantó con su clase “Cual semillita es la fe; sembrada crecerá” Canciones para los niños, pág. 50.
La hermana Russo repartió unas hojas de papel y crayones. “Piensen en lo que cantamos”, dijo ella. “Cuando plantan su semilla de fe, esta crece y se convierte en un testimonio. Ahora dibujen cómo se vería su testimonio si fuese una planta”.
Elisa se quedó mirando su hoja de papel en blanco. Todos los demás comenzaron a dibujar. Elisa se asomó para ver el dibujo de Armando. Su planta tenía un tallo recto con muchas hojas. Parecía la planta de albahaca que crecía en el balcón de su apartamento. ¡Quizás su testimonio se parecía a esa planta también! Agarró su crayón y dibujó una planta como la de él.
“Ahora por favor abran sus Escrituras en Alma 32”, dijo la hermana Russo.
Leyeron acerca de plantar una semilla en el corazón y sentirla crecer. Elisa miró la planta de su testimonio. ¿Tenía ella un testimonio? ¿Y qué era lo que eso significaba? Ella quería preguntar, pero sentía timidez.
Cuando terminó la clase, la hermana Russo fue a donde estaba elsia.
“Pareces distraída. ¿Hay algún problema?”, preguntó la hermana Russo.
Elisa volvió a mira su dibujo. “No estoy segura de tener un testimonio. en verdad, no sé qué significa eso”.
La hermana Russo le sonrió amablemente. “Está bien. ¿Recuerdas qué es la fe?”.
Elisa asintió. “¿Creer en algo que no podemos ver?”.
“¡Así es!”, dijo la hermana Russo. “¿Cuáles son algunas cosas en las que crees?”.
Esa era una pregunta fácil. “Creo en el Padre Celestial y en Jesucristo. Sé que me aman”.
La hermana Russo sonrió. “¡Acabas de compartir tu testimonio! Un testimonio es tu creencia sobre el Evangelio”.
Elisa pensó en ello. “¿Así que ya tengo un testimonio?”.
“¡Sí!”. La hermana Russo levantó sus Escrituras. “¿Y recuerdas lo que aprendimos hoy? Nutres la semilla al hacer cosas como venir a la Iglesia. Entonces tu testimonio crecerá más fuerte”.
Elisa creyó haber entendido. “¿Es por eso que dibujamos nuestros testimonios como plantas?”.
“Exacto. Porque las plantas crecen poco a poco”, dijo la hermana Russo. “Con los testimonios sucede de la misma manera. Por lo general no viene todo de una vez. Crecen poco a poco”.
Elisa se sintió mejor acerca de la planta que había dibujado. Al llegar a casa, escribió: “La planta de mi testimonio” al lado de su dibujo. Lo colgó junto a la cama. Sabía que su testimonio ya estaba creciendo. Y quería continuar siguiendo a Jesucristo ¡para que creciera aún más!