2019
De tener un testimonio sobre el diezmo a hacer los convenios del templo
Febrero de 2019


Las bendiciones de la autosuficiencia

De tener un testimonio sobre el diezmo a hacer los convenios del templo

Para Ted y Carol Hyatt, los aspectos espirituales del programa de autosuficiencia de la Iglesia han marcado una diferencia eterna en su vida.

The Hyatts in front of the Portland Oregon Temple

Carol Hyatt nunca olvidará el día en que su obispo le pidió ser facilitadora en una clase de autosuficiencia sobre finanzas personales. Su esposo, Ted, y ella habían vuelto a ser activos en la Iglesia hacía poco tiempo tras una ausencia de 42 años y ella era tímida por naturaleza.

Carol conocía a su obispo, Todd A. Josi, desde que era niño. Décadas antes, él había asistido a su clase de Escuela Dominical.

“Mire, obispo”, le dijo de una manera franca después de que Ted y ella hubieran comenzado a asistir a la Iglesia, “yo no quiero dar discursos. No quiero tener un llamamiento. Tan solo quiero asistir a la Iglesia”.

Pero dos años después, el obispo Josi estaba sentado en casa de los Hyatt hablando sobre el programa de Servicios de Autosuficiencia de la Iglesia, algo de lo que la hermana Hyatt nunca había escuchado. Tras darlo a conocer, el obispo le pidió ser facilitadora en una clase de 12 semanas sobre los principios para lograr el éxito en la mayordomía financiera. Después le entregó una copia del manual Las finanzas personales para la autosuficiencia.

“No sé por qué dije que sí”, recuerda la hermana Hyatt. “Me atemorizaba estar rodeada de personas que no conozco, y pensar que tenía que estar allí una noche por semana durante 12 semanas con miembros de la Iglesia que ciertamente estaban más arraigados en el Evangelio de lo que yo estaba. Ni siquiera sabía si sería capaz de ayudarlos”.

“Me impactó mucho”

El obispo Josi no se sorprendió de que la hermana Hyatt aceptara la asignación a pesar de sus dudas. Dijo que durante una reunión del comité de autosuficiencia de estaca en Forest Grove, Oregón, EE. UU., poco tiempo antes, “me pasó por la mente que la hermana Hyatt necesitaba la bendición de ser facilitadora en el grupo de finanzas personales. Sencillamente, me impactó mucho”.

El obispo Josi esperaba que, al ser facilitadora en una clase, la hermana Hyatt superaría una importante piedra de tropiezo para su progreso espiritual: el pago del diezmo. “Mientras conducía a casa aquella noche”, dice, “tuve una poderosa impresión espiritual de que en cuanto la hermana Hyatt pasara por esa clase, llegaría a entender la importancia de pagar el diezmo”.

Nerviosa y sin estar muy preparada, la hermana Hyatt comenzó a ser facilitadora de su clase en octubre de 2017. A medida que dirigía los análisis de la clase sobre administrar las finanzas, elaborar y seguir un presupuesto, prepararse para las dificultades, salir de deudas, gestionar crisis financieras e invertir para el futuro, la hermana Hyatt llegó a sentirse cómoda como facilitadora, pero incómoda con su ejemplo personal.

Cuando leyó el manual para preparar la tercera clase, aprendió que la “visión autosuficiente de la mayordomía financiera” incluye el pago de diezmos y ofrendas1. También aprendió que el principio sobre el que se basa esa visión es el arrepentimiento y la obediencia2.

“Durante una de las lecciones posteriores, reconocí ante todos que probablemente yo era la única de todo el grupo que no estaba pagando el diezmo”, recuerda ella. Aquella confesión provocó el apoyo de los 13 miembros de su clase y los análisis y testimonios sobre las bendiciones de la ley del diezmo.

“No sé por qué antes estaba tan preocupada por el diezmo, pero me di cuenta de que necesitaba tomarme en serio obtener un testimonio de ello”, dice la hermana Hyatt. “A medida que escuchaba los ánimos de mi grupo y de mi esposo, el Espíritu me decía: ‘¡Puedes hacerlo!’. Adquirí esa poca fe extra que necesitaba y me di cuenta de que sería una mejor facilitadora si hiciera lo que yo le pedía hacer a mi clase”.

Las ventanas de los cielos

Unos días después de su 11ª clase, la hermana Hyatt se acercó al obispo Josi en la capilla, le estrechó la mano y le dijo que estaba lista para vivir la ley del diezmo. “Estaba muy emocionado”, dice ella.

El hermano Hyatt, que asistía a la clase de su esposa, también estaba emocionado. Mientras él pagaba su propio diezmo durante el año anterior, a menudo animaba a la hermana Hyatt, recordándole la bendición que ella tanto deseaba. “No podremos ir al templo a no ser que pagues tu diezmo”, decía él.

El 26 de mayo de 2018, las ventanas de los cielos se abrieron y derramaron una bendición sobre Ted y Carol Hyatt, que no imaginaron que fuera posible meses antes, cuando la hermana Hyatt comenzó a ser facilitadora en su clase. En ese día, el día antes de su 58 aniversario, hicieron convenios y se sellaron en el Templo de Portland, Oregón.

Los Hyatt describen aquella experiencia como “un hermoso día y una bendición maravillosa”, por la cual siempre estarán agradecidos. La hermana Hyatt agrega que también estará siempre agradecida por un esposo que da ánimos, un obispo inspirado y una clase con alumnos que, a su modo de pensar, la ayudaron más de lo que ella los ayudó a ellos. Con el fin de mostrarles su amor y apoyo, casi todos los miembros de su clase asistieron al sellamiento de los Hyatt.

The Hyatts and their class members on their sealing day

“Las personas pueden beneficiarse muchísimo del programa de autosuficiencia de la Iglesia, especialmente de su parte espiritual”, dice la hermana Hyatt. “Es la parte espiritual la que hace que sea tan valioso. Para mi esposo y para mí, ha marcado una diferencia eterna”.

Notas

  1. Las finanzas personales para la autosuficiencia, 2016, pág. 42.

  2. Véase Las finanzas personales para la autosuficiencia, págs. 36–37.