Jóvenes adultos
El momento de servir
La autora vive en Utah, EE. UU.
Como jóvenes adultos, probablemente tenemos más tiempo “extra” del que nos gusta admitir. A continuación, se ofrecen seis sugerencias para ampliar tu círculo de influencia a través del servicio.
Hace unos años, estaba trabajando a tiempo completo y terminando un programa nocturno para obtener mi maestría en administración de empresas. Cuando terminé la maestría, quise utilizar el tiempo “extra” que tenía para hacer algo significativo.
El consejo de un profesor de confianza fue simple y claro: necesitaba encontrar oportunidades para servir. Aunque él conocía mis responsabilidades en la Iglesia, me sugirió que mirara más allá de mi círculo de influencia habitual.
Comencé una búsqueda basada en la oración para saber dónde se necesitaban mis habilidades y talentos y dónde podía hacer el mayor bien. Al poco tiempo me llevaron a un centro comunitario que necesitaba mentores en su programa para adolescentes. Comencé como mentora de una adolescente cuya familia había abandonado Somalia como refugiados. Todas las semanas practicábamos lectura, escritura y matemáticas. Pero más allá de eso, forjamos una amistad y aprendimos sobre las culturas y los sueños de cada una para el futuro. Cuando se mudó, me asignaron otra jovencita. Su familia huyó de Birmania y ella se crio en un campamento de refugiados en Tailandia. Además de estudiar, también analizamos los desafíos de la vida y cómo responder a ellos.
He encontrado muchas otras oportunidades para utilizar mis habilidades de diferentes maneras y servir en la comunidad.
Muchos de nosotros, los adultos solteros, estamos ocupados con diversas exigencias de tiempo, debido a una mudanza, graduación o cambio de trabajo, entre otras cosas. A menudo, recibimos un empujón del Espíritu que nos indica que nuestros años de solteros no son solo un “juego de espera”. Sentimos la necesidad de encontrar más propósito y significado.
Probablemente tenemos más tiempo “extra” del que queremos admitir, así que dedicar un minuto para ver cómo podemos utilizar ese tiempo para elevar a otras personas será una bendición tanto para los demás como para nosotros mismos. Después de todo, servir a los demás es la manera en que podemos mostrar nuestro amor por Dios y cumplir nuestros convenios de darle todo a Él.
A continuación, se presentan algunos consejos para ampliar tu círculo de influencia:
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Evalúa tu tiempo.Utiliza un cuaderno o una agenda para hacer un seguimiento de cómo pasas tu tiempo. ¿Tienes algunas horas extras de tiempo no planeado o perdido? ¿O te estás sobrecargando? Es tan esencial entender dónde tienes tiempo extra como lo es entender dónde necesitas reducir. Da prioridad a lo más importante y planifica el tiempo para servir.
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Evalúa tus habilidades. Piensa en lo que te gusta hacer o lo que te sientes impulsado a hacer. Reflexiona en maneras en las que puedes utilizar tus talentos y habilidades para bendecir a otras personas.
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Ora.Pide la guía celestial para ser dirigido allá donde te necesiten. El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “Sé que Dios… los ayudará y guiará hacia actos caritativos de discipulado si, de manera diligente, desean, oran y buscan la manera de cumplir con un mandamiento que Él nos ha dado una y otra vez” (“¿No somos todos mendigos?”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 41).
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Sal de tu “zona de comodidad”.En mi labor de mentora, al principio no me sentía cómoda trabajando con adolescentes o ayudándoles en todas las materias. Pero a veces mi trabajo principal era motivar y animar. No tenemos que ser la persona perfecta para marcar la diferencia. La mayoría de las veces, nuestra principal influencia podría ser estar allí, escuchando y construyendo una relación de confianza y estabilidad a largo plazo.
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Esfuérzate de manera constante.Muchas organizaciones o personas necesitan esfuerzos voluntarios asiduos y regulares, algo que va más allá de un proyecto o una visita.
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Ten paciencia.A veces pienso: “No sé si puedo seguir haciendo esto; es agotador. ¿Sirve para algo lo que hago?”. Pero una vez que empiezo a ayudar, mi corazón cambia. Rara vez he terminado una oportunidad de servicio sin que me haya sentido mejor y motivada para volver. Sin embargo, si la oportunidad es demasiado exigente, plantéate otras oportunidades o pide algún tiempo “libre” del voluntariado para que puedas dar lo que se necesita.