Tu cuerpo es un templo
El apóstol Pablo enseñó que nuestro cuerpo es un templo (véase 1 Corintios 6:19). A continuación hay un juego que puedes usar para aprender más.
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Corta las tarjetas de la siguiente página y extiéndelas de modo que todos las puedan ver y alcanzar.
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Túrnense para tirar los dados. Después de que alguien lance el dado, encuentra el número correspondiente en “Verdades sobre los templos” y léelo en voz alta.
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Encuentra una tarjeta que enseñe una verdad parecida sobre nuestro cuerpo. (Pista: busca los símbolos iguales). Cuando encuentres la que concuerde, extiende el brazo y toca la tarjeta. Después lee la tarjeta en voz alta y haz lo que te indique.
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Sigan tirando los dados y tocando las tarjetas hasta que todos hayan tenido su turno, o hasta que hayan leído todas las tarjetas.
Verdades sobre los templos
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Cada templo es una Casa del Señor.
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Los templos tienen una apariencia externa diferente. Algunos tienen jardines y fuentes. Tienen diferente forma y color. Todos los templos son hermosos.
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Todos los días, hay personas que cuidan los jardines de los templos y los mantienen lindos.
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¡Las personas también limpian los templos por dentro! Los trabajadores y los voluntarios se aseguran de que todo esté limpio y ordenado.
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Los templos se usan para hacer la obra del Padre Celestial.
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Los templos son lugares especiales y sagrados que se deben tratar con respeto.
Cada cuerpo es un templo donde vive el espíritu de la persona. El Espíritu Santo también puede morar con nosotros. Pide a alguien que te cuente una ocasión en la que sintió el Espíritu Santo.
Los cuerpos pueden tener diferentes colores, formas y tamaños. Sin excepción, cada cuerpo es hermoso. Nombra algo que tu cuerpo puede hacer.
Para mantener nuestro cuerpo saludable, cada día podemos lavarnos, comer buenos alimentos y hacer ejercicio. Nombra algo que sea bueno para comer o beber, y algo que no deberías comer o beber.
Podemos mantener puros nuestros pensamientos al leer, ver y escuchar solo cosas que inviten al Espíritu. Canta una estrofa de una canción favorita de la Primaria.
Podemos usar nuestro cuerpo para ayudar a las personas y para hacer lo que haría Jesús. Ofrece un cumplido a alguien y choca los cinco.
El cuerpo se debe tratar con amor y respeto. Si alguien te daña o toca tu cuerpo de una manera que te hace sentir incómodo, ¡díselo a un adulto de confianza de inmediato! Toma otro turno.