¿Qué es la ley de castidad?
Seamos específicos acerca de este mandamiento tan sagrado.
Cuando escuchan el concepto “la ley de castidad”, ¿saben lo que significa? Es probable que reciban muchos mensajes contradictorios al respecto. Los distintos medios de comunicación, y a veces hasta los familiares y amigos, tienen opiniones diferentes en cuanto a ella. Además, el mundo enseña enérgicamente cosas que son contrarias a lo que enseña el Señor.
Entonces, ¿qué significa exactamente la ley de castidad?
La ley de castidad es el término que el Señor da a Su mandamiento de vivir una vida de pureza sexual y virtud.
¿Aún no les resulta completamente claro? Bueno, seamos un poco más específicos con ayuda de Para la Fortaleza de la Juventud.
La castidad es la pureza sexual
En su expresión más sencilla, vivir la ley de castidad significa que “no [tienes] ninguna clase de relación sexual antes del matrimonio y [que serás] completamente fiel a tu cónyuge después del casamiento”1.
Pero ser virtuosos y castos no tiene que ver solamente con el sexo. “Trata a los demás con respeto, no como objetos para satisfacer deseos lujuriosos y egoístas. Antes del matrimonio, no participes de besos apasionados, no te acuestes encima de otra persona ni toques las partes privadas y sagradas del cuerpo de otra persona, con ropa o sin ropa. No hagas nada que despierte emociones sexuales; ni despiertes esas emociones en tu propio cuerpo”2.
Fíjense en que las normas del Señor no cambian porque dos personas se gusten mucho y ambas estén de acuerdo en actuar de esa manera. Cuando respetan a los demás, al Señor y a sí mismos, guardan los mandamientos, lo cual significa que no van a tener relaciones sexuales ni a despertar esas emociones fuera del matrimonio. Punto.
El Señor es muy serio al respecto. “El profeta Alma enseñó que los pecados sexuales son más serios que cualquier otro pecado con la excepción del asesinato y el negar el Espíritu Santo (véase Alma 39:3–5)”3.
Si aún se siguen preguntando qué significan expresiones como “besos apasionados” o “[despertar] emociones sexuales”, hablen con sus padres, con su obispo o con un adulto en el que confíen. Conversar con ellos puede ayudarles a entender las conductas adecuadas y las que no lo son, y ayudarles a tener una vida de pureza sexual.
Cuando llegue el momento de tomar decisiones, procuren la guía del Espíritu. Oren con regularidad a su Padre Celestial. Si están en armonía con el Espíritu, les será mucho más fácil tomar decisiones correctas.
Si han cometido una transgresión sexual, procuren la ayuda de su obispo y de sus padres, quienes les ayudarán a recibir fortaleza y paz a medida que se arrepientan. ¡Quizá no sea un proceso fácil, pero sin duda merece la pena!
No es malo sentir atracción hacia otras personas
Tal vez se pregunten si está mal pensar que alguien es atractivo. No se agobien por ello; es algo normal. ¡En serio!
Pero tienen que tener cuidado con sus pensamientos. El Salvador nos advirtió: “… cualquiera que mira a una mujer [u hombre] para codiciarla [o codiciarlo], ya ha cometido adulterio con ella [o él] en su corazón” (Mateo 5:28). Eso significa que deben controlar sus pensamientos y sentimientos, y no dejarse llevar por sus deseos.
Aquí tienen un consejo que les ayudará: esfuércense por no actuar de manera egoísta. No miren a nadie para codiciarlo, no tengan pensamientos inadecuados acerca de esas personas ni hagan nada que despierte emociones sexuales en ustedes ni en otras personas4.
Por eso también es tan importante que no vean pornografía ni consulten otros contenidos que sean degradantes. Esas cosas siempre son egoístas, siempre alejan al Espíritu y siempre les tientan a hacer lo que no deben.
Sin embargo, eso no significa que tener sentimientos por alguien o sentirse atraído hacia alguien los convierta en una mala persona. De hecho, la atracción forma parte del plan de Dios y es parte del matrimonio. Los esposos y las esposas que tienen una relación saludable sienten una fuerte atracción el uno por el otro y desean servirse y bendecirse mutuamente.
“La intimidad física entre el esposo y la esposa es hermosa y sagrada; es ordenada por Dios para la creación de los hijos y para la expresión de amor entre el esposo y la esposa”5.
La intimidad física: en el momento y el lugar adecuados
La intimidad física es una hermosa perspectiva para su futuro matrimonio, pues es sagrada y bella.
Al grado en que se esfuercen por vivir una vida pura y virtuosa, se sentirán más cerca de la influencia del Espíritu Santo, se sentirán mejor con ustedes mismos y estarán preparados para las maravillosas bendiciones del futuro.