2020
¿Qué hay en tu lista?
Diciembre de 2020


Ven, sígueme

¿Qué hay en tu lista?

Deja de hacer listas de lo que quieres y comienza a obtener lo que necesitas.

Imagen
three Christmas presents

¿Qué es lo que realmente quieres para Navidad este año? Estamos hablando de algo más que solo regalos: ¿qué es lo que realmente necesitas?

Una necesidad es algo que debes tener para sobrevivir. En Navidad, puede resultar fácil concentrarse solo en nuestros deseos físicos, pero ¿qué pasa con nuestras necesidades espirituales?

Obsequios necesarios

Sabemos que nuestro espíritu tiene necesidades constantes, que los obsequios como el estudio de las Escrituras y la oración ayudan a satisfacer, pero nuestro espíritu también tiene otras necesidades, dependiendo de nuestras circunstancias. Hemos reunido algunos relatos de jóvenes de todo el mundo que descubrieron los otros “obsequios” que sus espíritus necesitaban. Mientras lees, piensa en los obsequios que tu propio espíritu podría necesitar.

El obsequio de tener amigos

Rhoeta M., de 15 años, de Idaho, EE. UU., descubrió que necesitaba buenas amistades cuando investigaba la Iglesia. “Cuando comencé a asistir a la reunión sacramental, a las clases y a Mujeres Jóvenes, de inmediato me recibieron muchas caras amigables y una comunidad amorosa. Se me incluyó en todas las actividades, y las nuevas amistades me animaron a seguir el plan de Dios. Me ayudaron a establecer metas espirituales y a lograrlas”. Después de aprender más de los misioneros y establecer conexiones con sus amistades en la Iglesia, Rhoeta tomó la decisión de bautizarse. “Estoy muy agradecida por haber encontrado gente tan buena”, dice, “¡y soy bendecida de que mi transición hacia la Iglesia haya sido excelente!”.

El obsequio de Seminario

Juan R., de 16 años, de Chile, descubrió que seminario era algo que necesitaba. “En seminario aprendo la verdad y el Espíritu me da sabiduría. Cada vez que siento el Espíritu, sé que estoy en el lugar donde Dios desea que esté en ese momento. Así es como me siento cuando estoy en seminario, así que sé que es importante para mí estar ahí. Siempre sé que asistir me dará respuestas a las preguntas o dudas que tengo.

El obsequio del servicio

Julie S., de 16 años, de Texas, EE. UU., descubrió que necesitaba un llamamiento. “Hace poco me llamaron como directora de música de mi barrio, ¡y eso significa que tengo que llegar a tiempo a la Iglesia! Mi familia siempre ha tenido problemas con eso, y este llamamiento no solo me brinda mucho gozo, ya que me encanta la música, sino que también hace que los domingos sean menos agitados y más ordenados para mi familia”.

El obsequio del Evangelio

Sam D., de 19 años, de Turquía, descubrió que lo que faltaba en su vida era la Iglesia. “Me bauticé a la edad de 16 años, y después de eso comencé realmente a vivir mi vida; todo se veía más claro y tenía un propósito para vivir”.

¿Qué obsequios necesitas?

Estos jóvenes pudieron encontrar lo que necesitaban para hacer crecer su testimonio, ser más felices y acercarse más a Dios. Después de leer sus experiencias, ¿cuáles has notado que son algunas de las necesidades de tu Espíritu? Haz una lista que te ayude a estar al tanto de ellas.

Dar y recibir

Ahora que has podido determinar cuáles son las necesidades de tu espíritu, ¿cómo puedes satisfacerlas?

Comienza por establecer metas para lograr lo que necesitas. Establecer metas es una excelente manera de lograr cosas nuevas, y el programa Niños y Jóvenes puede ayudarte a comenzar.

Tu familia puede ser otro gran recurso donde encontrar ayuda a fin de satisfacer tus necesidades, tanto tu familia inmediata como tu familia del barrio o de la rama. Incluso en la época de Moroni, una de las razones principales para efectuar reuniones de la Iglesia era “hablar unos con otros concerniente al bienestar de sus almas” (Moroni 6:5).

Y, por supuesto, nuestro Padre Celestial quiere ayudarte a satisfacer tus necesidades espirituales y aumentar tu fe en Él. Si oras, Él puede ayudarte a determinar lo que necesitas y qué metas puedes establecer.

Esta Navidad, no esperes a que alguien más adivine lo que hay en tu lista de deseos de necesidades espirituales: ¡establece metas y hazte esos obsequios necesarios! Pero, además, no dudes en pedir ayuda para alcanzar tus objetivos. Y dado que esta es la época para dar, busca formas en las que puedas ayudar a otras personas a satisfacer sus necesidades espirituales también.

No olvides a las Rhoetas y los Sams del mundo. Es posible que las personas que te rodean nunca sepan lo que se están perdiendo —lo que necesitan para ser felices y encontrar su propósito— a menos que compartas el mensaje del Evangelio con ellos. ¡Ese es el mejor obsequio que alguien podría recibir para Navidad!

Imprimir