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Dios actúa de maneras asombrosas
Dios actúa de maneras que uno en su momento no puede entender, el profeta y los líderes siempre nos han indicado que tenemos que almacenar, pero yo creía que no podía hacerlo porque mi ingreso dependía de un auto que trabajaba de taxi, cuyos ingresos me permitían solo tener la comida del día a día, circunstancia que me hacía difícil ahorrar y almacenar.
Un día se nos presentó la oportunidad de vender nuestro auto y con ese dinero pusimos un negocio de carnicería, del que yo no sabía absolutamente nada, pero ahora me doy cuenta de que Dios actúa de las maneras más asombrosas, pues tiempo después llegó la pandemia y si me hubiese quedado con el auto, este no habría podido salir a trabajar como taxi y posiblemente hubiese sido más difícil para mí y mi familia, pero Dios es tan grande que no permitió que pasáramos hambre pues no faltó comida en mi mesa.
Otro sentimiento que me embargó fue el temor de perder a mis seres queridos, principalmente a mis padres. Cada día nos enterábamos de que moría un conocido; y mis padres son de edad avanzada y con enfermedades preexistentes; podía sentir que la enfermedad golpeaba mi puerta, pero siempre estábamos en constante oración. Fue tanta nuestra fe y oraciones que hasta a los más pequeños se les escuchaba en sus oraciones pidiendo que el virus no entrara a nuestro hogar.
Nuestras oraciones fueron contestadas y fuimos protegidos por nuestro Padre Celestial y Su hijo Jesucristo. Sé que Él vive; Él nos muestra su amor incondicional. Yo sé que nuestra fe y oraciones nos ayudan en el momento más difícil, más oscuro, hasta tal vez cuando ya estemos cansados de luchar Él nos da fuerza, Él nos ama inmensamente, Él no me abandonó en el momento más negro de esta pandemia; sé que no tengo que bajar la guardia ni mi fe y mis oraciones tienen que seguir y con más fuerza. Todo esto quiero compartirlo en el nombre de Jesucristo. Amén.