“Oración”, Temas y preguntas, 2023
Guía para el estudio del Evangelio
Oración
Comunicación sincera y de corazón con el Padre Celestial
Probablemente pueda recordar momentos de su vida en los que necesitó ayuda o guía divinas. Tal vez perdió algo, tenía una pregunta importante o sintió la necesidad urgente de ser rescatado. Y puede que a veces simplemente haya buscado fortaleza o valor para seguir adelante. La oración es el acto de acudir a Dios con sinceridad y expresarle sus sentimientos, pensamientos y necesidades. El milagro de la oración es que, cuando se acerca al Padre Celestial, Él lo escucha (véase Jeremías 29:12–13). No importa quién sea, independientemente de sus errores o imperfecciones, el Padre Celestial desea que se comunique con Él por medio de la oración. El amor perfecto de Dios le asegura que podrá decirle cualquier cosa y Él lo escuchará.
Sección 1
Dios invita a Sus hijos a orar siempre
Jesucristo enseñó a Sus seguidores a orar a Dios el Padre (véanse Mateo 6:5–13; 3 Nefi 17:11–20). El Padre Celestial nos manda orar siempre (Doctrina y Convenios 19:38) porque Él nos ama y desea bendecirnos. Él quiere que establezcamos un modelo de volvernos a Él diariamente en oración. También desea que sigamos orando en nuestro corazón a lo largo del día (véanse Mosíah 24:11–12; 3 Nefi 20:1). Cuando oramos al Padre Celestial en el nombre de Jesucristo (véanse 3 Nefi 18:19; 19:6), demostramos nuestra fe en nuestro Salvador y nuestra disposición a seguirlo. Por lo tanto, pronunciamos con reverencia el nombre del Señor al concluir una oración, diciendo “en el nombre de Jesucristo, amén”.
Debido a que la oración es la manera en que nos acercamos a Dios el Padre, tratamos de usar palabras que demuestren sinceridad y reverencia. El élder Dallin H. Oaks explicó: “El profeta José Smith dijo: ‘Es cosa solemne preguntar a Dios o allegarse a Su presencia’ […]. El lenguaje especial de la oración nos recuerda la grandeza de ese privilegio”1. Teniendo en cuenta el carácter sagrado de la oración, debemos utilizar los “pronombres personales familiares cuando nos dirijamos a Dios; por ejemplo: Tú, Te, Tu y Tuyo, en lugar de los pronombres más formales usted, le, su y suyo”, según corresponda2.
Algo en qué pensar
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El Señor le dijo a José Smith: “Ora siempre para que salgas triunfante; sí, para que venzas a Satanás y te libres de las manos de los siervos de Satanás que apoyan su obra” (Doctrina y Convenios 10:5). ¿Qué significa orar siempre? ¿Cuáles son algunas de las razones por las que cada uno de nosotros necesita la protección espiritual del Padre Celestial?
Actividad para aprender con otras personas
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Las Escrituras contienen muchos ejemplos de la oración. Lea 2 Nefi 4:30–35 y Alma 34:17–27 con otras personas en busca de guía sobre cuándo debemos orar y por qué debemos orar. ¿De qué manera el modelo de oración que se encuentra en esos pasajes puede influir en la forma en que elegimos orar?
Más información
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Salmos 55:17; Mateo 7:7–11; 2 Nefi 32:8–9; Alma 37:36–37; 3 Nefi 18:15, 18–19; Doctrina y Convenios 19:28
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M. Russell Ballard, “Velad, pues, orando en todo tiempo”, Liahona, noviembre de 2020, págs. 77–79
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David A. Bednar, “Ora siempre”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 41–44
Sección 2
La oración sincera lo acercará más al Padre Celestial y a Jesucristo
A veces, cuando oramos, nos encontramos utilizando las mismas palabras o frases una y otra vez. ¿Se imagina si utilizara un lenguaje rutinario o sin sentido cada vez que visitara a amigos o familiares? Nuestros esfuerzos por comunicarnos sinceramente con otras personas deben recordarnos cómo hablar con el Padre Celestial en oración. Dios desea que nuestras oraciones sean sinceras. En el Libro de Mormón, el profeta Enós “derram[ó] toda [su] alma a Dios” en oración en busca de bendiciones (Enós 1:9). De manera similar, acudimos a Dios para recibir bendiciones específicas tanto para nosotros como para los demás.
Como forma de adoración, la oración tiene el poder de acercarnos al Padre Celestial (véase Doctrina y Convenios 88:62–64). Cuando la oración sincera se combina con el ayuno, podemos recibir el espíritu de revelación y nuestro corazón se puede purificar y santificar (véanse Alma 17:3; Helamán 3:35).
Algo en qué pensar
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El apóstol Pablo enseñó a los santos a “ora[r] sin cesar” y a “da[r] gracias en todo” (1 Tesalonicenses 5:17–18). ¿Qué significa para usted “ora[r] sin cesar”? ¿Por qué el expresar gratitud es una parte importante de la oración? ¿Qué podría hacer para que la oración sincera sea una parte más importante de sus esfuerzos por acercarse al Padre Celestial?
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El Padre Celestial escucha y contesta toda oración sincera. Algunas oraciones son silenciosas; otros se expresan vocalmente. Lea los siguientes ejemplos de oración hablada: Mateo 26:39–44; Juan 17:1; 2 Nefi 4:24; Enós 1:4; José Smith—Historia 1:14. ¿Cuál ha sido su experiencia con la oración vocal? ¿Qué le ha resultado útil en cuanto a orar en voz alta?
Actividad para aprender con otras personas
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Lean o vean “La oración del alma”, por la hermana Carol F. McConkie. En este mensaje, la hermana McConkie dijo: “Oramos, escuchamos y obedecemos con fe, para que aprendamos a ser uno con el Padre y el Hijo”3. Analicen lo que todos aprendieron de este mensaje. ¿Cómo se puede considerar la oración como un momento que se pasa con el Padre Celestial?
Más información
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Russell M. Nelson, “Pide, busca, llama”, Liahona, noviembre de 2009, págs. 81–84
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David A. Bednar, “Pedir con fe”, Liahona, mayo de 2008, págs. 94–97
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Neil L. Andersen, “Lo escucho por medio de la oración sincera y la reflexión”, Inspiración, blog, 27 de diciembre de 2021, LaIglesiadeJesucristo.org
Sección 3
El Padre Celestial escucha y contesta sus oraciones
¿Se ha preguntado alguna vez si Dios escucha sus oraciones? El Padre Celestial siempre escucha y contesta nuestras oraciones sinceras: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Mateo 7:7). Sin embargo, el Señor contesta nuestras oraciones de acuerdo con Su voluntad y Su tiempo (véanse Mosíah 7:33; Doctrina y Convenios 64:31–32).
“La oración es el acto mediante el cual la voluntad del Padre y la voluntad del hijo entran en correspondencia la una con la otra. La finalidad de la oración no es cambiar la voluntad de Dios, sino obtener para nosotros y para otras personas las bendiciones que Dios ya esté dispuesto a otorgarnos, pero que debemos solicitar a fin de recibirlas”4.
Algo en qué pensar
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¿Cuáles son los mayores deseos de su corazón? ¿De qué manera el procurar alinear su voluntad con la voluntad de Dios podría moldear sus deseos y oraciones?
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El Padre Celestial a menudo contesta nuestras oraciones por medio del Espíritu Santo. A veces, nuestras oraciones son contestadas cuando leemos y estudiamos las Escrituras. Dios también obra por medio de otras personas para brindar la ayuda o las respuestas que buscamos. Lea los siguientes pasajes de las Escrituras para considerar algunas de las maneras en las que Dios puede comunicarse con usted por medio del Espíritu Santo: 1 Reyes 19:12; Doctrina y Convenios 8:2–3; 11:11–14. ¿En qué momentos ha reconocido que Dios escuchó sus oraciones?
Actividad para aprender con otras personas
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Con su grupo, mencionen algunas de las formas en que podemos usar la tecnología para comunicarnos con los demás. Analicen la siguiente pregunta: “¿Por qué a veces nos resulta difícil comunicarnos eficazmente con nuestro Padre Celestial?”. Lean juntos 3 Nefi 14:7–11. ¿Qué enseñó Jesucristo acerca de la disposición del Padre Celestial para contestar nuestras oraciones?
Más información
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Thomas S. Monson, “Acerquémonos a Él en oración y fe”, Liahona, marzo de 2009, págs. 2–7
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“La oración”, video, Biblioteca del Evangelio
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Richard G. Scott, “Cómo reconocer las respuestas a las oraciones”, Liahona, enero de 1990, págs. 31–33
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James B. Martino, “Acudan a Él y las respuestas llegarán”, Liahona, noviembre de 2015, págs. 58–60
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“¿En verdad estás ahí?”, video, Biblioteca del Evangelio