“Adorar a Dios el Padre”, Temas y preguntas, 2023
Guía para el estudio del Evangelio
Adorar a Dios el Padre
Demostrar nuestro amor por Dios y nuestro compromiso hacia Él
Cuando le preguntaron a Jesucristo cuál era el mayor mandamiento, respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37). Jesús demostró perfectamente a lo largo de Su vida terrenal cómo amar a Dios el Padre. Él hizo “la voluntad del Padre en todas las cosas desde el principio” (3 Nefi 11:11). Cuando se detenga a pensar en lo mucho que el Padre Celestial ha hecho por usted, descubrirá que su amor por Él y su deseo de obedecerle aumentan (véase Mosíah 2:20–24). La adoración es una manera importante de expresar nuestra gratitud por el amor del Padre y demostrar que procuramos acercarnos a Él.
Sección 1
Adoramos a Dios el Padre en el nombre de Jesucristo
Dios el Padre es el Ser Supremo del universo. Como tal, estableció un plan para la salvación y exaltación de Sus hijos. Envió a Su Hijo Jesucristo a la tierra para hacer un sacrificio expiatorio por todos nosotros. Para recibir las bendiciones del plan del Padre, debemos creer en Él y esforzarnos por hacer todo lo que Él nos manda.
A Moisés se le mandó: “Adora a Dios, porque a él solamente servirás” (Moisés 1:15). Siglos más tarde, cuando el diablo tentó a Jesús para que lo adorara, Jesús respondió: “Al Señor tu Dios adorarás y a él solamente servirás” (véase Mateo 4:8–10). Desde el principio, Dios el Padre mandó a Sus hijos “ha[cer] todo cuanto hiciere[n] en el nombre del Hijo” (Moisés 5:8). En nuestros días, a José Smith se le mandó: “[E]n el nombre de Jesucristo […] servirás [a Dios]” (Doctrina y Convenios 59:5).
El colocar al Padre Celestial como la mayor prioridad de nuestra vida nos ayuda a acercarnos a Él. Dios mandó a los hijos de Israel: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3). La idolatría de la que se habla en las Escrituras ocurre hoy cada vez que damos más importancia a las cosas o a las personas que a Dios y a guardar Sus mandamientos (véanse Éxodo 20:4–5; Doctrina y Convenios 1:15–16). Por el contrario, cuando demostramos a Dios que lo amamos con todo nuestro corazón, como Él nos ama, nos sentimos más cerca de Él y llegamos a ser más como Él. La manera más importante de adorar a Dios el Padre es venir a Su Hijo Jesucristo mediante la fe y el arrepentimiento, y esforzarnos por recorrer el sendero que conduce a la vida eterna (véase Juan 17:3). Aquellos que hacen del Padre Celestial el único centro de su adoración pueden llegar a ser como Él algún día (véase Doctrina y Convenios 93:19–20).
Algo en qué pensar
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Escoger creer que el Padre Celestial existe y confiar en Su sabiduría y poder es esencial para acercarse humildemente a Dios en adoración. Lea Mosíah 4:9–10. ¿En qué ocasiones su creencia en Dios lo ha inspirado a buscar Su ayuda y perdón? ¿Por qué el esfuerzo por arrepentirse y abandonar los pecados con regularidad es un aspecto importante de la verdadera adoración?
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Durante Su tiempo en la tierra, Jesucristo nos mostró cómo adorar al Padre Celestial. Lea Juan 5:19–20 y considere lo que este pasaje enseña acerca de la adoración. ¿De qué maneras podemos conocer las obras del Padre y del Hijo? ¿Cómo el estudio de la obra de Dios, tal como está registrada en las Escrituras, lo preparará para adorarlo?
Actividad para aprender con otras personas
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Miren el video “Soy un hijo de Dios” (6:30). Analicen lo que todos sintieron al conocer la experiencia sagrada de Moisés con Dios. ¿Cómo puede protegernos de la tentación el hecho de que nuestra máxima prioridad sea amar a Dios? ¿Cómo pueden nuestros esfuerzos por adorar a Dios prepararnos para afrontar las dificultades?
Más información
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Mateo 6:24; Juan 14:6–9, 23; 2 Nefi 9:37; Doctrina y Convenios 20:17–19, 29
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Dallin H. Oaks, “No tendrás dioses ajenos”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 72–75
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“No tendrás dioses ajenos delante de mí”, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, 2006, págs. 161–170
Sección 2
Puede obtener fortaleza espiritual cuando se une a otras personas para adorar a Dios
Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se reúnen cada semana en congregaciones locales para orar, participar de la Santa Cena, cantar himnos, aprender el Evangelio y fortalecer la hermandad entre ellos. El Señor mandó a los santos: “[I]rás a la casa de oración y ofrecerás tus sacramentos en mi día santo” (Doctrina y Convenios 59:9). Las conferencias generales, que se llevan a cabo dos veces al año, son acontecimientos importantes en los que los líderes de la Iglesia brindan instrucciones inspiradas a los miembros de la Iglesia en todo el mundo. La participación en los servicios organizados de la Iglesia se considera una manera vital de adorar a Dios el Padre.
Además de la adoración en el día de reposo, los miembros de la Iglesia también adoran en el templo. En la Casa del Señor, los miembros de la Iglesia reciben las ordenanzas del sacerdocio que los preparan para la vida eterna. El hacer y guardar los convenios relacionados con esas ordenanzas nos prepara para estar en comunión con Dios, lo que significa que podemos sentir el Espíritu del Señor y recibir paz, fortaleza e incluso revelación personal.
Algo en qué pensar
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El Libro de Mormón describe cómo los miembros de la Iglesia de Cristo se reunían para adorar juntos. Lea Moroni 6:5–9. ¿En qué se parece su modelo de adoración al que practican los miembros de la Iglesia en la actualidad? ¿Cómo describiría las bendiciones de la adoración en el día de reposo a alguien a quien desea invitar a la Iglesia?
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En la dedicación del Templo de Kirtland en 1836, el profeta José Smith rogó “que todas las personas que pasen por el umbral de la casa del Señor sientan [el] poder [de Dios]” (Doctrina y Convenios 109:13). ¿En qué ocasiones el dedicar tiempo a adorar en la Casa del Señor lo ha ayudado a sentir el poder de Dios?
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Repase el mensaje “Las bendiciones de la adoración”, del obispo Dean M. Davies1, y preste atención a cómo la adoración sincera puede ayudarlo a crecer como discípulo de Jesucristo. Mientras leía el discurso, ¿qué ideas o impresiones tuvo acerca de sus propios esfuerzos por adorar?
Actividad para aprender con otras personas
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Jesucristo estableció Su Iglesia en nuestros días para bendecir a Sus seguidores. El presidente Dallin H. Oaks habló de la necesidad de una Iglesia en un discurso que pronunció en la Conferencia General de octubre de 20212. Repasen juntos “La necesidad de una Iglesia” y busquen algunas de las bendiciones que se reciben al adorar con otros creyentes. ¿Cuáles son algunas de las razones por las que la participación en los servicios de adoración en la Iglesia es esencial para el crecimiento y el progreso espiritual de una persona?
Más información
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1 Corintios 11:25–28; 12:20–27; Efesios 2:19–22; 4:11–13; Doctrina y Convenios 25:11–12; 43:8–10; 88:77–78
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Russell M. Nelson, “La adoración en la reunión sacramental”, Liahona, agosto de 2004, págs. 10–14
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Richard G. Scott, “La adoración en el templo: Fuente de fortaleza en épocas difíciles”, Liahona, mayo de 2009, págs. 43–45
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Dallin H. Oaks, “Adoremos por medio de la música”, Liahona, enero de 1995, págs. 10–13
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“Sacrament Worship”, video, LaIglesiadeJesucristo.org
Sección 3
La adoración a Dios puede llegar a ser parte de su vida cotidiana
Alma, profeta del Libro de Mormón, predicó el Evangelio entre los más pobres, quienes habían sido expulsados de los servicios públicos de adoración “a causa de la pobreza de sus ropas” (Alma 32:2; véanse también los versículos 1–12). Él explicó que la adoración es mucho más que asistir a las reuniones: “He aquí, habéis dicho que no podéis adorar a vuestro Dios porque sois echados de vuestras sinagogas […]. Si suponéis que no podéis adorar a Dios, os equivocáis gravemente” (Alma 33:2). Además de la adoración regular durante los servicios de la Iglesia en el día de reposo, usted puede experimentar un sentimiento de adoración a Dios en todo lo que hace. Puede nutrir una actitud de adoración cuando acude al Padre Celestial en oración (véanse Alma 32:3–11; 37:36) y cuando expresa gratitud por sus bendiciones (véase Alma 34:38). Escuchar música edificante puede prepararlo para estar en comunión con Dios (véase Doctrina y Convenios 25:12).
Algo en qué pensar
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La mujer samaritana junto al pozo suponía que la adoración solo se podía llevar a cabo en lugares sagrados. Lea Juan 4:19–26. ¿Qué enseñó Jesús a esa mujer acerca de la verdadera adoración? ¿De qué maneras puede nutrir el sentimiento de adorar a Dios en su vida?
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El élder D. Todd Christofferson compartió: “Esto significa mucho para mí, de que en cualquier momento, y en cualquier circunstancia, puedo, mediante la oración, acercarme al trono de gracia; que mi Padre Celestial escuchará mi súplica; que mi Abogado, Aquel que no tenía pecado, cuya sangre fue derramada, intercederá por mi causa”3. ¿De qué manera el volverse al Salvador puede influir en su deseo de adorar al Padre Celestial?
Actividad para aprender con otras personas
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Escuchar buena música puede ayudarnos a desarrollar el deseo de adorar a Dios. Las letras edificantes de las canciones pueden hacer que nuestros pensamientos se vuelvan al Padre Celestial y a las bendiciones que Él nos ha brindado misericordiosamente. Hagan una lista de canciones que los hayan ayudado a sentir el amor de Dios. Analicen juntos algunas posibles razones por las que Dios considera que la “canción de los justos” es como una oración (Doctrina y Convenios 25:12).
Más información
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“Los elementos de la adoración”, Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: David O. McKay, 2004, págs. 32–41