Centre su vida en Jesucristo

La fe en Jesucristo es vital para buscar respuestas a las preguntas más difíciles de la vida. A menudo pensamos en la fe como una creencia fuerte. No obstante, la fe es más que creer; implica confianza, seguridad y lealtad. Cuando tenemos preguntas o inquietudes difíciles, siempre podemos acudir a Jesucristo. Nuestra fe crecerá a medida que escuchemos Sus palabras, sigamos Sus enseñanzas y nos esforcemos por amar a los demás como Él amó.

El presidente Russell M. Nelson enseñó que “la paz puede llegar a su alma al edificar su fe en el Príncipe de Paz”¹. Estas son algunas cosas importantes que debemos recordar:

Jesucristo es el fundamento seguro de nuestra fe. En nuestra vida diaria, ponemos nuestra fe en muchas personas e instituciones. Entre ellos se encuentran familiares, amigos, gobiernos y empleadores. Sin embargo, Jesucristo es la única persona en la que podemos confiar plenamente con nuestra esperanza de paz y salvación. La Iglesia se estableció para traer a las personas a Él. Usted puede confiar plenamente en Jesucristo, aun cuando esté teniendo dificultades con otros aspectos de su fe.
Jesucristo tiene una empatía perfecta. Nuestras pruebas más profundas pueden acercarnos más al Salvador. Nadie más que Cristo puede sentir plena empatía por nuestras dificultades. Él lloró con aquellos a quienes sirvió. Experimentó soledad, angustia de espíritu e incluso el alejamiento de la presencia de Su Padre. Usted puede acudir a Él y hallar entendimiento y compasión.
El plan de salvación de Dios brinda una perspectiva. Muchas de nuestras preguntas parecen diferentes cuando tenemos en cuenta el plan del Padre Celestial. “Debido a que conocemos este plan”, enseñó el presidente Dallin H. Oaks, “comenzamos con suposiciones diferentes de quienes no comparten nuestro conocimiento. Como resultado, llegamos a conclusiones diferentes en muchos asuntos importantes”². Analizar nuestras preguntas teniendo en cuenta el Plan de Salvación puede ayudarnos a ver nuestras preocupaciones con una perspectiva eterna.
Hay preguntas primarias y secundarias. A veces tenemos preguntas o inquietudes relacionadas con acontecimientos históricos, enseñanzas y normas de la Iglesia, o errores humanos. Encontrar paz con tales preguntas merece nuestro esfuerzo sincero. No obstante, es importante distinguir las verdades fundamentales del Evangelio de las cosas que no son tan esenciales. José Smith enseñó que “todas las otras cosas son únicamente apéndices” de las verdades que rodean la misión salvadora del Salvador³.
Escoja la fe. Obtener conocimiento espiritual requiere que “por fe and[emos], no por vista”⁴. Si esperamos hasta tener pruebas tangibles de las cosas espirituales, nunca comenzaremos el proceso de desarrollar fe en Jesucristo. El élder Dale G. Renlund enseñó: “Para que la fe aumente, debemos escoger tener fe; debemos desear tenerla; debemos obrar con fe”⁵.
Aférrese a lo que sabe que es verdad. Cuando se sienta inseguro de su fe, “aférre[se] al conocimiento que ya tien[e]”, aconsejó el élder Jeffrey R. Holland, “y manténga[se] firm[e] hasta que recib[a] más conocimiento”⁶. Confíe en las experiencias espirituales que tuvo en el pasado. Son evidencia de que Dios recompensa su fe en Jesucristo con seguridad espiritual.

Pasajes clave de las Escrituras: Romanos 8:35, 37–39; 2 Nefi 4:34–35; Mosíah 4:9; Helamán 5:12