“Lección 18 — Material de preparación para la clase: Llegar a ser como el Padre Celestial y Jesucristo”, Enseñanzas y doctrina del Libro de Mormón: Material para el maestro, 2021
“Lección 18 — Material de preparación para la clase”, Enseñanzas y doctrina del Libro de Mormón: Material para el maestro
Lección 18 — Material de preparación para la clase
Llegar a ser como el Padre Celestial y Jesucristo
Durante Su ministerio entre los nefitas y los lamanitas, Jesucristo preguntó a Sus doce discípulos: “¿[Q]ué clase de hombres habéis de ser?” (3 Nefi 27:27). Si el Señor te hiciera esa pregunta, ¿cómo responderías?, ¿cómo puedes alcanzar tu pleno potencial? Al prepararte para la clase, piensa en las maneras en que las enseñanzas del Salvador pueden ayudarte a responder estas preguntas. Escoge algo específico que puedas hacer para llegar a ser más semejante a Él.
Sección 1
¿Puedo realmente llegar a ser perfecto como el Padre Celestial y Jesucristo?
Leemos en el Nuevo Testamento, que Jesús predicó el Sermón del Monte, el cual incluye enseñanzas que en definitiva ayudarían a Sus discípulos a llegar a ser perfectos (véase Mateo 5–7). Después de Su resurrección, Jesús se apareció en la tierra de Abundancia para predicar un sermón similar (véase 3 Nefi 12–14).
Cerca del inicio de Su mensaje a Su pueblo, Jesús testificó que quienes “presta[ran] atención a las palabras” de Sus doce discípulos elegidos serían bendecidos (3 Nefi 12:1). Él enseñó las Bienaventuranzas, declaró que Él había cumplido la ley de Moisés y enseñó la ley mayor del Evangelio.
Algunas personas podrían sentirse confundidas o abrumadas por el mandamiento del Salvador de ser perfectos. Puede resultar útil saber que, en las Escrituras, la palabra perfecto significa “completo, íntegro y plenamente desarrollado; de una rectitud total” y que los “verdaderos discípulos de [Cristo] pueden llegar a serlo mediante Su gracia y expiación” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Perfecto”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org).
Una manera de describir la gracia es: “La palabra gracia, como se utiliza en las Escrituras, se refiere principalmente al poder habilitador y a la sanación espiritual que se ofrece mediante la misericordia y el amor de Jesucristo […]. Para recibir este poder habilitador, debemos obedecer el evangelio de Jesucristo […]. El Señor prometió que, si nos humillamos ante Él y tenemos fe en Él, Su gracia nos ayudará a vencer todas nuestras debilidades personales (véase Éter 12:27)” (“Gracia”, Temas del Evangelio, topics.ChurchofJesusChrist.org).
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
Nuestra única esperanza de tener la verdadera perfección está en recibirla como un regalo de los cielos; no podemos “ganárnosla”. Por tanto, la gracia de Cristo nos ofrece no solo salvación del pesar, del pecado y de la muerte, sino de nuestra persistente autocrítica […].
Si perseveramos, en algún momento de la eternidad nuestro refinamiento habrá terminado y será completo […].
Doy testimonio de que en este y en todo momento Él extiende, con manos heridas por los clavos, esa misma gracia a nosotros, aferrándonos a Él y alentándonos, negándose a soltarnos, hasta que estemos a salvo en casa bajo el amparo de padres celestiales (véase “Sed, pues, vosotros perfectos… con el tiempo”, Liahona, noviembre de 2017, págs. 41, 42).
Sección 2
¿Qué puedo hacer para llegar a ser más semejante a Jesucristo?
Al continuar enseñando a los nefitas, Jesucristo compartió unos principios profundos en cuanto a cómo vivir de acuerdo con la ley mayor de Su evangelio. El presidente Harold B. Lee declaró:
Cristo vino al mundo no solamente para expiar los pecados del género humano, sino para dar ejemplo al mundo de la norma de perfección de la ley de Dios y de la obediencia al Padre. En Su Sermón del Monte, el Maestro nos revela en cierto modo Su propio carácter, que era perfecto… y, al hacerlo, nos da un plan detallado de acción para seguir en nuestras propias vidas (Decisions for Successful Living, 1973, págs. 55–56).