Preguntas y respuestas
“¿Cómo puedo llegar a sentirme lo suficientemente cómodo para tratar problemas o inquietudes con mi obispo?”
Puede que te sientas nervioso de hablar con tu obispo sobre cosas con las que estás luchando; eso es normal. A menudo nos sentimos nerviosos ante nuevas experiencias o antes de hablar con un adulto; pero tu obispo ha sido llamado por Dios. Él fue llamado porque es un dedicado discípulo de Jesucristo y hará su mayor esfuerzo por ser amable y comprensivo. Su objetivo es ayudarte a venir al Salvador para que puedas hallar paz. Al principio, tal vez te sientas algo avergonzado de hablar sobre tus dudas o pecados, pero él no va a pensar mal de ti; de hecho, él va a estar feliz de que tengas el deseo de mejorar. Además, mantendrá las conversaciones confidenciales.
No tienes que llevar solo tus cargas; tu obispo puede ayudarte a hallar respuestas a tus preguntas y, de ser necesario, a arrepentirte y superar los sentimientos de culpa, desesperación o indignidad mediante la expiación de Jesucristo.
Al conversar con tu obispo, sentirás el amor que él tiene por ti. Aun cuando él es responsable por todo el barrio o la rama, su preocupación principal es el bienestar de los hombres jóvenes y de las mujeres jóvenes; no estás causándole ninguna molestia al pedirle que te ayude.
Puedes orar al Padre Celestial y pedirle fuerza y valor para hablar con tu obispo; Él ha autorizado a tu obispo para ayudarte y tu obispo está ansioso de hacerlo. Si vas con un corazón abierto y el deseo de ser mejor, verás que al salir de su oficina te sentirás mucho mejor.
Él no va a traicionar tu confianza
He llegado a saber que un obispo es probablemente el adulto más confiable al que un adolescente podría acudir en busca de ayuda. Él nunca va a traicionar tu confianza; todo lo que compartas con él quedará en su oficina. A veces, cuesta mucho compartir tus problemas, pero el conversar frente a frente con alguien que te ama, se interesa y desea lo mejor para ti, lo hace mucho más fácil.
Nicole S., 18 años, Idaho, EE. UU.
Tu obispo está dispuesto a ayudar
Antes, yo me sentía incómodo en las entrevistas, pero luego entendí que mi obispo siempre estaba dispuesto a ayudarme a resolver mis problemas. Confía en tu obispo; él es un pastor y el barrio es su rebaño.
Jaime R., 19 años, Cochabamba, Bolivia
Recuerda que él te ama
Si tienes algo que realmente quieres hablar con tu obispo, puede resultar más fácil si al principio conversan sobre tus estudios académicos u otros temas generales. Si estás nervioso porque debes conversar con él sobre el arrepentimiento, sólo recuerda que él te ama. No debes preocuparte por lo que él vaya a pensar de ti, ya que ¿por qué habría de pensar mal de ti por desear acercarte más a Cristo?
Ashley D., 17 años, Arizona, EE. UU.
Él no va a pensar mal de ti
El obispo de tu barrio ha recibido autoridad para guiarte a través de los pasos del arrepentimiento. En ocasiones, la única manera de arrepentirte plenamente ante el Salvador, es acudir a tu obispo. Cuando tuve necesidad de hablar con mi obispo, él me ayudó a encontrar al Salvador y a sobreponerme a la herida más profunda que había tenido. Tu obispo desea ayudarte. Su llamamiento consiste en cuidar de ti, y él no va a pensar mal de ti por algo que tú necesites tratar con él.
Madison D., 18 años, Utah, EE. UU.
Puedes confiar en él
Tu obispo o presidente de rama es un verdadero siervo del Señor. Puedes confiar en él para recibir guía en tu búsqueda de inspiración del Espíritu Santo y de las Escrituras. Debes entender que el obispo está ahí para ayudar y que él es guiado por Dios.
Stanislav R., 19 años, Donetsk, Ucrania
Aun si cometes un error
Puede que te resulte difícil y te avergüences de confesar cosas a tu obispo, pero cuando salgas de esa oficina, te sentirás aliviado y sabrás que el Padre Celestial te ama. Él desea que seas feliz, aun si cometes un error.
Amanda W., 16 años, Utah, EE. UU.
Él está ahí para ayudar
El obispo es el pastor de tu barrio. Recuerda que él hará su mejor esfuerzo para ayudarte y que él cuenta con el poder de Dios. Si tienes miedo, puedes orar para tener la fortaleza de conversar con tu obispo. Al final, te alegrarás de haber ido, y habrá valido la pena.
Samuel H., 14 años, Idaho, EE. UU.
Ora para saber
Pregúntate por qué te sientes incómodo de hablar con el obispo. ¿Crees que no será capaz de ayudarte a resolver tus problemas? Ora para que sepas que el obispo te ama y que él ha sido llamado para ayudarte.
Adam H., 13 años, California, EE. UU.
Háblenle de sus confidencias
“Busquen también el consejo de los líderes del sacerdocio, especialmente del obispo; él conoce las normas y sabe qué enseñarles; traten de estar con él. Sepan que les hará preguntas directas e inquisitivas. Confíen en él; háblenle de sus confidencias; pídanle que les ayude a entender lo que el Señor espera de ustedes; prométanle que vivirán de acuerdo con las normas morales de la Iglesia. Es vital que tengan una buena relación con un líder adulto para ayudarles a mantenerse dignos”.
Élder M. Russell Ballard, del Quórum de los Doce Apóstoles, “La pureza precede al poder”, Liahona, enero de 1991, pág. 43.
Siguiente pregunta
“Donde yo estudio, se burlan de mí porque soy SUD. Sé que debo defender mis creencias, pero ¡es tan difícil! ¿Cómo puedo ser suficientemente valiente para decirles a esas personas que dejen de hacerlo?”
Envía tu respuesta y, si lo deseas, una fotografía de alta resolución antes del 1° de mayo de 2015 a liahona.lds.org, por correo electrónico a liahona@ldschurch.org, o por correo postal (busca la dirección en la página 3).
La carta o el mensaje de correo electrónico deben ir acompañados de la siguiente información y autorización: (1) nombre completo, (2) fecha de nacimiento, (3) barrio o rama, (4) estaca o distrito, (5) tu autorización por escrito y, si tienes menos de 18 años, la autorización por escrito de tus padres (es admisible por correo electrónico) para publicar tu respuesta y tu fotografía.
Es posible que las respuestas se modifiquen para abreviarlas o darles más claridad.