Este año, ¡aprendan juntos en cuanto al Nuevo Testamento!
Jesús contó un relato, o parábola, sobre un hombre que prestó unas monedas a algunas personas que trabajaban para él, y luego se marchó. Mientras el hombre no estaba, dos de las personas trabajaron arduamente y usaron sus monedas para obtener más y devolvérselas al hombre; pero una persona simplemente enterró su moneda porque tenía miedo de perderla. Cuando el hombre regresó, recompensó a aquellos que habían aumentado la cantidad de monedas que él les había prestado. Sin embargo, le quitó la moneda a la persona que no había intentado ganar más (véase Mateo 25:14–29).
Tal como el hombre de la parábola, nuestro Padre Celestial nos ha dado a cada uno de nosotros algo muy valioso: no son monedas, sino habilidades y talentos especiales, como cantar, mostrar amor, correr o ayudar a otras personas. Al igual que las personas de la parábola, ¡debes trabajar mucho para hacer que tus talentos crezcan!
¿Cómo puedes seguir las enseñanzas de Jesús al usar y mejorar tus talentos? Puedes sentirte más feliz y ayudar a otros cuando lo haces.