Un apóstol del Señor, el élder Dale G. Renlund, visita la Estaca Oriental, después de 28 años
El domingo 11 de febrero 2018, alrededor de 800 personas se dieron cita en la conferencia especial de la Estaca Oriental, presidida por el élder Dale G. Renlund, quien estuvo acompañado del élder Claudio D. Zivic de los Setenta y las hermanas Renlund y Zivic.
Han pasado aproximadamente 28 años desde la última vez, que un apóstol visitara a los santos que pertenecen a dicha estaca. El ánimo de los miembros por asistir, disfrutar y ser nutridos por la buena palabra era grande.
La conferencia inició con toda la congregación cantando el himno nro. 10, “Te damos, Señor, nuestras gracias”. La hermana Mónica Louis ofreció la primera oración y luego el coro interpretó un número especial: el himno nro. 30, “A Cristo Rey Jesús”. El presidente de la estaca, el hermano Rafael G. Gutierrez, habló del amor que Dios tiene por nosotros y cómo podemos corresponder a ese amor guardando Sus mandamientos. La presidenta de la Sociedad de Socorro de la estaca, la hermana Ingrid Amadís, habló de la importancia de salvaguardar nuestros hogares y de la importancia de edificar nuestras vidas sobre la roca que es, Jesucristo.
Luego de estas palabras, la hermana Dina Zivic, nos recordó cuán a menudo en las Escrituras se menciona la palabra “recordar”, explicando que cuando nosotros recordamos un evento en nuestras vidas, es porque lo hemos grabado en nuestros corazones. Citó la Escritura que se encuentra en Helamán 5:12: “Y ahora bien, recordad, hijos míos, recordad que es sobre la roca de nuestro Redentor, el cual es Cristo, el Hijo de Dios, donde debéis establecer vuestro fundamento, para que cuando el diablo lance sus impetuosos vientos, sí, sus dardos en el torbellino, sí, cuando todo su granizo y furiosa tormenta os azoten, esto no tenga poder para arrastraros al abismo de miseria y angustia sin fin, a causa de la roca sobre la cual estáis edificados, que es un fundamento seguro, un fundamento sobre el cual, si los hombres edifican, no caerán.”
El élder Zivic compartió con la congregación el valor que tiene en estos días “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”. También habló sobre el arrepentimiento y cómo éste hace posible que podamos ser limpios nuevamente, cuando aplicamos este principio en nuestras vidas. Invitó a los miembros a aceptar llamamientos dentro de la Primaria, ya que la influencia que tendremos en esos pequeños es grande y ellos los recordarán para toda la vida. Finalmente, compartió que lo más valioso que tenemos en esta vida es nuestra familia e instó en valorarla y hacer todo lo posible para que la misma permanezca unida y juntos alcanzar la eternidad.
La hermana Renlund, compartió una experiencia personal relacionada con el hecho de recibir un regalo, recordándonos que como miembros de la Iglesia todos hemos recibido un regalo especial después de ser bautizados, “El Don del Espíritu Santo”. Igual que cuando nos regalan un presente y lo colgamos en una pared o lo guardamos en algún lugar, nos pidió que no colguemos o guardemos este regalo especial que se nos dio, sino que lo usemos para saber lo que nuestro Padre Celestial nos quiere comunicar a través del Espíritu Santo. Recalcó la importancia de aprender a escucharlo, hay que practicar a fin de entender como Él se comunica con nosotros.
El élder Renlund, expresó agradecimiento a todos los presentes, a la vez que les recordó que él es una persona normal, con la asignación, por llamado, de ser un testigo especial de Jesucristo.
“Él es mi Redentor, mi Salvador, como uno de sus testigos les declaro que Él vive y Su amor por nosotros es inmenso. Él se preocupa por cada uno de ustedes, a medida que aprendo de Él entiendo más de Su amor; a Él le encanta reparar los corazones rotos; Él se asegura de que todas las marcas que deja el pecado en nuestras vidas puedan ser limpias por medio del arrepentimiento”.
“Recordemos que el gozo de Jesucristo puede llegar justo donde estamos. No seamos como los arqueólogos de la antigüedad que buscaban la tumba de Tutankamón en otros lugares, estando sus tiendas encima de dicha tumba. Muchas veces pensamos que estando fuera de nuestro barrio, nuestra estaca o nuestro país, encontraremos el verdadero gozo; pero es importante que sepamos que el gozo verdadero esta donde está Jesucristo”.
Tras este mensaje, el élder Renlund dio algunos consejos, a fin de recordar el gran propósito de esta Iglesia y cómo podemos lograr estos propósitos, enfatizando al final que los mismos nos dan dirección, perspectiva y enfoque:
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Recoger al Israel disperso a través de la obra misional, utilizando El Libro de Mormón.
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Una vez recogidos, sellar a las familias a través de la obra del templo e historia familiar.
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Preparar a Su pueblo para la segunda venida del Señor Jesucristo.
Esto lo podemos lograr:
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Siendo dignos
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Desarrollando talentos
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Ayudando a otros con nuestros talentos
Al finalizar, el élder Renlund dejó una bendición apostólica para todos los que se encontraban presentes y compartió su testimonio como testigo especial de Jesucristo, así como también de Su Iglesia, la veracidad del Libro de Mormón y cómo este nos puede ayudar a vencer los males de este mundo y recibir ayuda celestial; así como también la gran bendición de tener profetas en estos últimos días, testificando que él sabe que el presidente Russell M. Nelson es un profeta de Dios.
Al finalizar la conferencia, el élder y la hermana Renlund, el élder Zivic y la hermana Zivic saludaron una por una a todas las personas presentes que desearon acercarse y estrechar sus manos.