Liahona
Preguntas y respuestas acerca del “Testimonio puro”
Junio de 2024


“Preguntas y respuestas acerca del ‘Testimonio puro’”, Liahona, junio de 2024.

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Alma 4

Preguntas y respuestas acerca del “Testimonio puro”

“Ha[gan] de su testimonio su prioridad mayor”. —Presidente Russell M. Nelson

José Smith orando en la arboleda

Sacred Prayer [Oración sagrada], por Linda Curley Christensen, prohibida su reproducción

Como juez superior, Alma vio que “los de la iglesia empezaron a llenarse de orgullo” (Alma 4:6) y a “fijar sus corazones en las riquezas y en las cosas vanas del mundo, de modo que empezaron a despreciarse unos a otros” (Alma 4:8). En lugar de promulgar leyes, Alma escogió a otra persona para que ocupara su lugar como juez superior y se dedicó a predicar la palabra de Dios al pueblo, “porque no vio otra manera de rescatarlos sino con la fuerza de un testimonio puro” (Alma 4:19).

¿Cuáles son las partes importantes de un testimonio?

Podemos obtener un testimonio de todos los principios del Evangelio, pero las verdades fundamentales son estas:

  • Dios es nuestro Padre Celestial y nos ama.

  • Jesucristo vive. Él es el Hijo de Dios y nuestro Salvador.

  • José Smith es el profeta que fue llamado a restaurar el Evangelio.

  • La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Iglesia verdadera del Salvador y es guiada por un profeta viviente.

¿Un testimonio está solo conformado por palabras?

“Ustedes dan su testimonio cuando comparten sentimientos espirituales con otras personas […].

“Otra forma de compartir su testimonio es mediante la conducta recta. Su testimonio de Jesucristo no solo es lo que dicen, sino quienes son” (Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, “Cómo nutrir y compartir su testimonio”, Liahona, noviembre de 2022, pág. 112).

¿Cuál es el poder de un testimonio puro?

El presidente Brigham Young recordó el impacto del testimonio sincero y sencillo de “un hombre sin elocuencia o talentos para hablar en público y que solo pudo decir: ‘Yo sé, por el poder del Espíritu Santo, que el Libro de Mormón es verdadero, que José Smith es un Profeta del Señor’. El Espíritu Santo que procedía de aquel hombre iluminó mi entendimiento […]; me sentí rodeado y lleno de ello, y supe por mí mismo que el testimonio de ese hombre era verdadero” (Discourse, Deseret News, 9 de febrero de 1854, pág. 4).

¿Y si las personas no aceptan mi testimonio?

Una joven adulta estaba compartiendo su testimonio con los visitantes de la Manzana del Templo, en Salt Lake City, cuando un hombre la desafió con preguntas hostiles.

“No lo sé”, dijo ella. “Solo puedo decirle lo que sí sé”.

Él la interrumpió: “No me compartas tu testimonio”.

“Es todo lo que tengo”, dijo ella.

“Bueno, no es mucho, ¿verdad?”, replicó él.

La conversación terminó, pero fue inquietante para ella. Sin embargo, al reflexionar, se dio cuenta de que su testimonio era más que “no es mucho”. Era todo para ella. Influía en cada decisión de su vida.

¿De qué maneras puedo compartir mi testimonio?

A menudo, pensamos en dar testimonio en la reunión sacramental el domingo de ayuno, pero hay muchas otras maneras de compartir nuestros sentimientos espirituales:

  • Escribe una carta a tus hijos o nietos en la que compartas tu testimonio de Jesucristo y de Su Evangelio restaurado.

  • Conserva tu testimonio en “Recuerdos” de FamilySearch para fortalecer a tu posteridad.

  • Publica en las redes sociales lo que Jesucristo significa para ti.

  • En las reuniones dominicales, habla sobre cómo un principio del Evangelio que se esté analizando ha bendecido tu vida.