“Escoger la luz del Evangelio por sobre las tinieblas del mundo”, Liahona, agosto de 2024.
Jóvenes adultos
Escoger la luz del Evangelio por sobre las tinieblas del mundo
Una experiencia espiritual me recordó las importantes bendiciones que me estaba perdiendo por no tomar en serio el Evangelio de Jesucristo.
Yo solía ser una persona muy diferente a la que soy ahora.
Aunque nací en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, nunca lo tomé en serio. No pensaba realmente en lo que las verdades del Evangelio podían significar para mi vida.
En Bulgaria, soy uno de los pocos miembros de la Iglesia y estoy rodeado de muchas conductas e influencias mundanas cada día. Muchos jóvenes de aquí no tienen buenos principios morales ni valores, y a veces el mundo puede parecer oscuro.
Hace unos años, cuando tenía diecisiete años, estaba deprimido y vivía sin un propósito. No pasaba tiempo con amigos buenos ni hacía cosas buenas. Un día, mi papá me dijo que me había inscrito para asistir a una conferencia Para la Fortaleza de la Juventud en un país cercano. Yo no quería ir, pero sabía que él quería que lo hiciera, así que fui a regañadientes.
Sorprendentemente, las experiencias espirituales que tuve en esa conferencia cambiaron mi vida por completo.
En la conferencia FSY realmente vi lo que significa ser discípulo de Cristo: vivir de manera diferente a la del mundo. Todos esos jóvenes fieles contrastaban mucho con las influencias negativas que generalmente me rodeaban. Sentí como si en verdad viera la luz que esos discípulos llevaban. Cada día, sentía el Espíritu muy fuerte al pasar tiempo con personas buenas, estudiar las Escrituras, aprender más sobre el Evangelio y llegar a conocer mejor al Padre Celestial y al Salvador.
Hacer cambios
Me di cuenta de que tenía que cambiar mi comportamiento y en verdad empezar a comprender lo que el Evangelio de Jesucristo podía aportar a mi vida.
Después de regresar a casa, no quise perder la conexión con el Espíritu que había sentido durante la conferencia, así que me puse la meta de hacer lo que fuera necesario para mantener firme mi nuevo cimiento en el Evangelio y conservar el Espíritu conmigo.
Al principio, hacer cambios fue un poco difícil, ya que tuve que dejar de pasar tiempo con ciertos amigos que no eran una buena influencia para mí. Me esforcé por abandonar algunos malos hábitos y comencé a tomar la Iglesia en serio. Tomar esas decisiones me ayudó a llenar mi vida de bondad. Lo que me ha ayudado a mantenerme conectado constantemente con el Espíritu es apartar tiempo cada día para estudiar las Escrituras, especialmente el Libro de Mormón.
Recordatorios de las bendiciones del Evangelio
Las enseñanzas de las Escrituras me recuerdan lo que es realmente importante en mi vida. Cuando me siento solo en mi religión, especialmente con tan pocos miembros que hay aquí en Bulgaria, permito que las verdades de los profetas de la antigüedad profundicen mi fe en Jesucristo.
Uno de mis versículos favoritos es Moroni 10:32: “Sí, venid a Cristo, y perfeccionaos en él, y absteneos de toda impiedad, y si os abstenéis de toda impiedad, y amáis a Dios con todo vuestro poder, mente y fuerza, entonces su gracia os es suficiente, para que por su gracia seáis perfectos en Cristo”.
Pasajes de las Escrituras como este me recuerdan la luz que brinda el Evangelio y me mantienen fuerte cuando atravieso un momento difícil. Las Escrituras siempre fortalecen mi cimiento de fe.
En este momento, me estoy preparando para servir en una misión y todavía me enfrento a situaciones desconocidas y desafíos (como hace poco, que me diagnosticaron diabetes tipo 1), pero priorizar los hábitos espirituales me ayuda a sentir el amor del Padre Celestial más que nunca.
El presidente Russell M. Nelson nos recordó recientemente que “pensar de manera celestial significa ser de mente espiritual”.
Esforzarme por hacer las cosas que mantienen el Espíritu conmigo cada día realmente me ayuda a pensar de manera celestial, a ser de mente espiritual. He sentido que llego a ser más semejante a Cristo cuando pienso en lo que Él haría. Mantener el Espíritu conmigo me ayuda a tener esperanza y recordar las bendiciones que el Padre Celestial tiene reservadas para todos los que eligen seguirlo.
Aferrarse a la luz
Vivir en un mundo inicuo en el que las cosas parecen oscuras puede ser difícil a veces, pero eso también me ayuda a reconocer la brillante y contrastante calidez y luz del Evangelio de Jesucristo. Durante años no comprendí la importancia de esta increíble bendición en mi vida. Estoy muy agradecido por las experiencias espirituales a las que el Padre Celestial puede guiarnos, porque ahora me aferro más que nunca a la luz y al gozo del Evangelio.
Testifico que si confías en el Señor y estudias el Libro de Mormón todos los días, tu vida será mucho más fácil. Empezarás a ver las bendiciones que nuestro amoroso Padre Celestial nos da todos los días y te darás cuenta de quién puedes llegar a ser con la ayuda del Señor.
El autor vive en Varna, Bulgaria.