“¿Cómo puedo prepararme para recibir al Salvador?”, Liahona, septiembre de 2024.
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¿Cómo puedo prepararme para recibir al Salvador?
Estas son cuatro maneras en las que puede recibir al Salvador en su vida.
Los nefitas tuvieron que prepararse para recibir físicamente al Salvador entre ellos. ¿Qué podemos aprender de su ejemplo para ayudarnos a recibir espiritualmente al Salvador en nuestra vida?
Meditar sobre las cosas de Dios
Entonces: Cuando el profeta Nefi se sintió “desanimado”, meditó “sobre las cosas que le había manifestado el Señor” (Helamán 10:2–3).
Ahora: Recordar lo que Dios ha hecho por nosotros, tanto en los buenos como en los malos momentos, nos dará fortaleza y valor para permanecer cerca de Él y afrontar el futuro con fe.
El presidente Henry B. Eyring, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, sugirió que reflexionemos a diario y anotemos nuestras impresiones. Él dijo: “Esta noche y mañana por la noche, ruego que oren, mediten y pregunten: ‘¿Me envió Dios algún mensaje que era exclusivamente para mí? ¿Vi Su mano bendecir mi vida o la vida de mis hijos?’”.
¿De qué maneras ha visto el amor, la inspiración o las bendiciones de Dios hoy en su vida?
Tomar sobre nosotros el nombre de Cristo
Entonces: Mormón fue valiente al declarar que era “discípulo de Jesucristo” (3 Nefi 5:13).
Ahora: El élder Jonathan S. Schmitt, de los Setenta, ha indicado que podemos centrarnos en Jesucristo al tomar sobre nosotros Sus diferentes títulos. Por ejemplo, Jesús es “el mismo ayer, hoy y para siempre” (1 Nefi 10:18). El élder Schmitt propone que podemos tomar sobre nosotros este título al ser constantes en vivir el Evangelio.
¿Qué otros nombres o títulos de Jesucristo se le ocurren y que podría aplicar a sí mismo?
Permitir que el Salvador nos recoja
Entonces: En 3 Nefi 10:4–6, Jesucristo se compara a Sí mismo con una gallina que junta a sus polluelos. Es un hermoso simbolismo porque Él siempre nos invita a venir a Él para protegernos y nutrirnos, pero nosotros debemos escoger venir a Él. Él dijo: “¡Cuántas veces os hubiera juntado como la gallina junta sus polluelos, y no quisisteis!” (versículo 5).
Ahora: Jesús continúa recogiéndonos hoy en día, pero debemos dejar que nos recoja. ¿Está permitiendo que el Salvador lo recoja y está hallando protección en Él, o se está rehusando y permaneciendo expuesto al peligro?
¿Qué invitación le extiende el Salvador y qué debe hacer para aceptarla?
Mirar hacia el cielo
Entonces: Los nefitas necesitaron tres intentos para escucharan la voz de Dios. “Y nuevamente por tercera vez oyeron la voz, y aguzaron el oído para escucharla; y tenían la vista fija en dirección del sonido; y miraban atentamente hacia el cielo” (3 Nefi 11:5).
Ahora: Una manera en que podemos “mira[r] atentamente hacia el cielo” es, en palabras del presidente Russell M. Nelson, “pensar de manera celestial”. Él explica que uno de los aspectos de pensar de manera celestial es “ser de mente espiritual”.
¿Qué puede hacer para tener una mente más espiritual y “mira[r] atentamente hacia el cielo”?