Voces de los miembros
En su propia lengua
La conferencia general supone una gran oportunidad para escuchar la voz del Salvador a través de Sus profetas vivientes. Actualmente la conferencia se transmite en vivo en setenta idiomas y luego se traduce en otros cien idiomas. Durante la pasada conferencia general, dos grupos de voluntarios en Argentina y Chile ofrecieron el servicio de interpretación de lenguas para distintas sesiones. Ambos grupos comenzaron su trabajo con los miembros de la Iglesia sordos hace ya algunos años, prestando servicio en las reuniones dominicales y en otras actividades de la Iglesia. Su servicio desinteresado ha bendecido la vida de muchas personas en ambos países.
Lengua de señas de Chile
Un grupo compuesto por varias hermanas jóvenes en la zona sur de Santiago de Chile se reunió hace algunos años para ayudar a personas sordas que participaban de actividades de la Iglesia. Una de ellas, Catalina, comenta: “El deseo de servir a la comunidad sorda surgió desde que empezamos a estudiar su lengua en 2017, entonces aprendimos las distintas barreras que enfrentan las personas sordas en la sociedad”.
No pasó mucho tiempo sin que encontrara a otros con su misma inquietud. “Al conocernos las cuatro (Pamela, otra joven sorda miembro de la Iglesia, Catalina y Monserrat) teníamos el mismo objetivo de hacer accesible el Evangelio en lengua de señas para nuestros amigos sordos, desde ahí que emprendimos el viaje para presentar nuestro proyecto a Institutos, a líderes locales de la Iglesia y enviamos cartas al Área para que el Evangelio pudiese ser accesible para toda persona”, agrega Catalina.
Hace algunos meses conocieron a Gonzalo Gervic y Alejandra Figueredo con quienes hablaron de sus deseos de llevar la conferencia general a la comunidad de sordomudos en Chile. Usando los recursos del canal “Faro a la Naciones”, del cual Gonzalo Gervic es uno de los fundadores, se hicieron las primeras transmisiones de la conferencia general en 2020.
Monserrat Valladares contó: “Fue en 2020 cuando comenzaron a abrirse puertas y a verse milagros. A ´Faro a las Naciones´, una página independiente que sube contenido de la Iglesia, le interesó la propuesta y quiso apoyarnos con la transmisión en las redes sociales”.
El pasado 6 y 7 de abril transmitieron todas las sesiones de la conferencia general en lengua de señas de Chile, una bendición que puso al alcance de la comunidad sorda todos los mensajes de la conferencia general en vivo. “A veces las personas sordas se sienten solas porque no se pueden comunicar en un mundo mayoritariamente oyente, son una minoría en comparación con los oyentes. A veces pasan desapercibidas o por la ignorancia que aún existe, no se les considera. Jesucristo sí conoce a estas personas y las tiene presentes”, concluye Natalia Correa.
Lengua de señas de Argentina
El grupo comenzó en 2020. Una de sus fundadoras, la hermana Emilia Pebacini, relata: “En abril de 2020, en plena pandemia, nos encontramos vía WhatsApp cuatro hermanas con conocimientos en LSA preguntándonos cómo podíamos ayudar. Fuimos conociendo a miembros de toda Argentina con sordera, con hipoacusia y también intérpretes. Para ese entonces, ya teníamos un comité de inclusión que nos respaldaba en la estaca. Con la ayuda de un hermano que nos ayudó con la tecnología en 2022, interpretamos por primera vez la conferencia general.
Durante 2023, este grupo tomó contacto con Juan Pablo Sajtroch, de Seminarios e Institutos de la Iglesia. El hermano Sajtroch ha colaborado con el grupo e incluso actualmente se encuentra encabezando un proyecto para introducir formalmente el lenguaje religioso en la lengua de señas de Argentina, junto con la Universidad de San Juan.
El pasado 7 de abril transmitieron las últimas dos sesiones de la conferencia general como un servicio disponible para toda la comunidad sorda de Argentina. Jeannette Lazarte, miembro del equipo de lengua de señas de Argentina concluye: “Que las personas sordas puedan sentir el amor de Dios a través de las palabras de los profetas es lo mejor para mí. Ahora ellas pueden entender lo que los profetas y los apóstoles están diciendo y pueden sentir el amor que el Salvador tiene por todas las personas”.
El Departamento de Traducción de la Iglesia se ha puesto en contacto con ambos grupos, que comenzaron trabajando de forma independiente, reconociéndolos y ofreciendo la posibilidad de hacer de su esfuerzo una transmisión oficial de la Iglesia para futuros eventos.
Al pensar en el ejemplo de amor desinteresado y servicio cristiano, recordamos la declaración del Señor al profeta José de que los hombres y las mujeres “deben estar anhelosamente consagrados a una causa buena, y hacer muchas cosas de su propia voluntad y efectuar mucha justicia […]. Y en tanto que los hombres hagan lo bueno, de ninguna manera perderán su recompensa” (Doctrina y Convenios 58:27–28).