2024
Centrados en Jesucristo
Diciembre de 2024


Mensaje de la Presidencia de Área

Centrados en Jesucristo

Uno de los momentos más esperados por todos es este tiempo de la Navidad. Comprender el verdadero significado de esta celebración puede ayudarnos a que sea un tiempo de regocijo, gozo, paz y esperanza en lugar de que sea un tiempo en que andamos con demasiada prisa, con muchas actividades e incluso con gastos por encima de nuestras posibilidades.

El presidente Thomas S. Monson nos recordó: “El verdadero gozo de la Navidad no viene con las corridas ni la prisa para lograr hacer más cosas, ni se halla al comprar regalos. Hallamos verdadero gozo cuando ponemos al Salvador en el centro de esta época. Podemos tenerlo en nuestros pensamientos y en nuestra vida al realizar la obra que Él desearía que hiciéramos aquí en la tierra. En esta época en particular, sigamos Su ejemplo al amar y servir a nuestro prójimo”.

Esta época es una oportunidad ideal para centrar nuestro corazón y nuestra mente en Jesucristo, en Su humilde nacimiento, en Su vida, en la esperanza y paz que el mensaje de Su Evangelio brinda a cada uno en la medida que nos esforzamos por seguir Su ejemplo y ser Sus discípulos.

Con nuestra familia tenemos una tradición que hacemos con nuestros hijos desde que ellos eran pequeños. Preparamos budines, los decoramos y hacemos tarjetas navideñas para regalar a hermanas solas para luego visitarlas y cantarles villancicos. Disfrutamos de un hermoso espíritu tanto al hacer los preparativos, como al ver sus rostros de felicidad cuando las visitamos. Siempre terminamos edificados, unidos y con un mayor deseo de seguir sirviendo.

Cuando realizamos estos pequeños actos de amor al ministrar a otros podemos sentir el verdadero significado de la Navidad, el cual es sentir el amor de Dios, quien envió “a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, más tenga vida eterna”.

Ese es el regalo más grande y preciado que podemos recibir y la razón por la que celebramos la Navidad. Al ver lugares vacíos en nuestra mesa por aquellos que están lejos o que han partido, podemos recibir paz y consuelo centrándonos en lo que Cristo ha hecho por cada uno de nosotros a través de Su Expiación. Podemos tener la esperanza de que, gracias a los convenios que hicimos con Él, vamos a poder volver a verlos.

El presidente Russell M. Nelson enseño que “la razón principal por la que celebramos la Navidad es debido a la Pascua […]. Gracias a Jesucristo, podemos arrepentirnos y ser perdonados de nuestros pecados. Gracias a Él, cada uno de nosotros resucitará”.

Al leer el relato de Su nacimiento, reflexiono en esas humildes y angustiantes condiciones en las cuales María dio a luz: “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”.

Entonces me pregunto: ¿hay lugar para el Salvador en mi corazón? ¿Hacemos el lugar y tiempo en nuestro hogar para que podamos centrarnos en las enseñanzas que Él nos dejó?

Él nos ha prometido que “en la casa de mi Padre muchas moradas hay […]; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”. Él siempre nos tiene presentes, nos tiene grabados “en las palmas de [Sus] manos”.

Es mi deseo que podamos tener una Navidad centrada en Cristo y en Su doctrina. Al hacerlo sentiremos más plenamente el amor de Dios “que se derrama ampliamente en el corazón de los hijos de los hombres”.

Testifico que Jesucristo es nuestro Salvador y Redentor, Él es el Mesías prometido.

Notas:

  1. Thomas S. Monson, Devocional de Navidad de 2012, “La Navidad es amor”.

  2. Juan 3:16.

  3. Russell M. Nelson, “La respuesta siempre es Jesucristo”, Liahona, mayo de 2023, pág. 127.

  4. Lucas 2.

  5. Lucas 14:2.

  6. 1 Nefi 21:16; Isaías 49:16.

  7. 1 Nefi 11:22.