LECCIÓN 34
UNA ERA DE RECONCILIACIÓN
TEMAS
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Cuando Wilford Woodruff fue sostenido Presidente de la Iglesia, ésta se hallaba en un periodo crítico a causa de la persecución.
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El presidente Woodruff recibió por revelación el Manifiesto, lo cual contribuyó a la preservación temporal de la Iglesia.
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Después del Manifiesto, los líderes de la Iglesia dedicaron sus esfuerzos a conseguir que Utah recibiera la categoría de estado.
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Después de estar cuarenta años en construcción, el Templo de Salt Lake fue por fin dedicado el 6 de abril de 1893.
EL MANUAL PARA EL ALUMNO Y LAS ESCRITURAS
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Manual para el alumno, capítulo 34, págs. 483–500.
SUGERENCIAS
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Pida a los alumnos que lean la Declaración Oficial–1. Analicen los importantes principios que se mencionan en “Selecciones de tres discursos del presidente Wilford Woodruff referentes al Manifiesto” (a continuación de la Declaración Oficial–1).
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El Señor inspiró al arquitecto del templo, Truman O. Angell, y al profeta Brigham Young para que hicieran colocar en el Templo de Salt Lake ciertos símbolos que nos recuerdan verdades eternas. Pregunte a los alumnos qué significan cada uno de los símbolos siguientes que están tallados en las paredes del templo:
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La Tierra.Símbolo del reino telestial de gloria.
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La Luna.Símbolo del reino terrestre de gloria (véase D. y C. 76:71, 78).
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El Sol.Símbolo del reino celestial de gloria (véase D. y C. 76:70).
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La nube.Como los rayos del sol que atraviesan las nubes de tormenta, el templo es un lugar de revelación (véase D. y C. 121:33).
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Las manos que se estrechan.Símbolo de la hermandad que tenemos los unos con los otros (véase Efesios 2:19). El presidente David O. McKay dijo: “No hay mejor manera de manifestar el amor a Dios que demostrar un amor abnegado por nuestros semejantes” (Gospel Ideals, Salt Lake City: Deseret Book Company, 1953, pág. 129).
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El ojo que todo lo ve.Los ojos de Dios están “sobre todos los hombres” (D. y C. 1:1; 67:2).
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El ángel Moroni.El ángel “que tenía el evangelio eterno para predicarlo” (Apocalipsis 14:6–7).
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La Osa Mayor.Los marinos han empleado las estrellas para trazar su curso seguro a través de los mares. La Osa Mayor siempre señala la estrella polar, del mismo modo que la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles señalan el sendero que los miembros de la Iglesia debemos seguir a fin de regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial.
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La iluminación del templo.El élder Boyd K. Packer ha dicho: “Si han visto de noche uno de los templos, totalmente iluminado, conocen la impresión que esa vista produce. La Casa del Señor, bañada de luz, destacándose en medio de la obscuridad nocturna, viene a ser un símbolo del poder y la inspiración del Evangelio de Jesucristo, que se eleva como un faro en un mundo que se hunde cada vez más en la obscuridad espiritual” (véase El Santo Templo, págs. 7 y 8).
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Hable con la clase de la importancia de llevar registros. El presidente Wilford Woodruff, con los registros que llevó, hizo una gran contribución a la historia de la Iglesia. Los registros o diarios personales preservan para las generaciones futuras los relatos de las labores y los sufrimientos de los primeros élderes y santos de esta dispensación, a fin de que aquellos que vengan después puedan seguir el camino de la rectitud al saber de la fe de sus antepasados. El presidente Woodruff escribió lo siguiente:
“El diablo ha tratado de quitarme la vida desde el día en que nací, más aún que a otros hombres. Parece que soy una víctima marcada por el adversario, y sólo se me ocurre una razón para explicarlo: el diablo sabía que si yo me afiliaba a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, iba a escribir la historia de la Iglesia y dejar registradas las enseñanzas de los Profetas, los Apóstoles y los élderes. He escrito casi todos los discursos y las enseñanzas que he oído del Profeta José. En mi diario tengo muchos de los discursos del presidente Brigham Young y de hombres como Orson Hyde, Parley P. Pratt y otros. Otro motivo por el que recibí inspiración para escribir en aquellos primeros días es que la mayoría de los historiadores nombrados en esa época han apostatado y se llevaron consigo los registros” (Matthias F. Cowley, Wilford Woodruff– History of His Life and Labors, Salt Lake City: Bookcraft, 1964, pág. 477).