La Iglesia entrega medios de desplazamiento en Palau
Cada año la Iglesia entrega 40.000 sillas de ruedas en setenta países como parte de una iniciativa continua para dar movilidad a personas en todo el mundo. En agosto de 2006, la Iglesia donó 250 sillas de ruedas nuevas a Palau, una nación-isla ubicada a varios cientos de millas al sureste de las Filipinas. El programa bendice a miles de personas, y lo que motiva este programa continuo son las historias y las necesidades individuales de miles de personas.
Como resultado de un accidente hace catorce años, Junior Senardo, miembro de otra iglesia, quedó paralizado por el impacto de una bala en el cuello. La herida lo dejó encamado y dependiente de otras personas para llevar a cabo las simples tareas cotidianas de la vida. Pero todo eso cambió el 16 de agosto de 2006, cuando el Ministerio de Salud de Palau le dio a Junior una de las sillas de ruedas nuevas que donó la Iglesia. Ahora Junior está feliz de poder asistir a las reuniones de su iglesia los domingos y, en el futuro, a un partido de fútbol.
Jonathan Remengesau también está agradecido por la bendición de una nueva silla de ruedas. Como consecuencia de la diabetes, en 2002 se le tuvo que amputar la pierna. Cuando dejó de funcionar su vieja silla de ruedas, buscó una nueva, pero quedó atónito al ver el costo de una silla nueva —que por lo general cuesta más de U.S. $700 dólares—, monto que sabía que no podía pagar debido a sus ingresos limitados. La tabla de madera que servía de asiento en su silla vieja le lastimaba las piernas y le causaba dolorosas llagas. Finalmente perdió las esperanzas y decidió evitar salir de casa. Cuánto gusto le dio cuando se enteró de que había reunido los requisitos para recibir una silla de ruedas gratis.
“Es la primera vez que alguien me ha ayudado así”, dijo al sentarse en su silla nueva.
La silla de ruedas de Diraingas Edeyaoch, de diez años, también fue de las que recientemente donó la Iglesia. Antes del donativo, tenían que llevarla en brazos a todas partes. Al ir creciendo, ha sido más difícil cargarla, pero ahora su padre piensa llevarla a ver los paisajes que ella tanto disfruta.
Éstas son sólo tres de las muchas personas de Palau que disfrutan de nueva libertad al recibir una silla de ruedas de la Iglesia.
El ministro Victor Yano, del Ministerio de Salud, dijo que el donativo de 250 sillas de ruedas es una gran bendición para el pueblo de Palau. Le dio las gracias a la Iglesia por hacer posible que personas de ingresos limitados y de discapacidades a largo plazo recibieran una silla de ruedas gratuitamente. Dio las gracias a los representantes de la Iglesia Rebluud Kesolei, presidente de la rama Koror Topside, y Bill Davis, gerente del Centro de Servicios de Guam, por coordinar ese donativo al pueblo de Palau.
La iniciativa de las sillas de ruedas es sólo una de las muchas actividades humanitarias de socorro y de desarrollo en las que ha participado la Iglesia en todo el mundo. Los fondos para los programas de servicio humanitario de la Iglesia provienen de donativos de los miembros y de otras personas, y dichos programas tienen como fin ayudar a niños y a familias de todas las nacionalidades y religiones al aliviar el sufrimiento, ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas y brindar oportunidades de prestar servicio.