Puntos doctrinales destacados
Un día de reposo sagrado
“¿Cómo santificamos el día de reposo? En mi juventud estudiaba las listas que otras personas habían recopilado de lo que se podía y lo que no se podía hacer en el día de reposo. No fue sino hasta más adelante que aprendí de las Escrituras que mi conducta y mi actitud en el día de reposo constituían una señal entre mi Padre Celestial y yo. Con ese entendimiento, ya no necesité más listas de lo que se podía y no se podía hacer. Cuando tenía que tomar una decisión en cuanto a si una actividad era o no era apropiada para el día de reposo, simplemente me preguntaba a mí mismo: ‘¿Qué señal quiero darle a Dios?’. Esa pregunta hizo que mis opciones respecto al día de reposo fueran bien claras…
“La fe en Dios conduce a tener amor por el día de reposo; la fe en el día de reposo conduce a tener amor por Dios. Ciertamente, un día de reposo sagrado es una delicia”.