Una promesa profética
Las ofrendas de ayuno producen un cambio en el corazón
“Actualmente, en la Iglesia se nos ofrece la oportunidad de ayunar una vez al mes y dar una ofrenda de ayuno generosa por medio del obispo o el presidente de rama para el beneficio del pobre y del necesitado…
“Parte de la ofrenda de ustedes y de la mía de este mes se empleará para ayudar a alguien, en algún lugar, cuyo alivio el Señor sentirá como si fuera Suyo.
“La ofrenda de ayuno de ustedes hará más que alimentar y vestir cuerpos; sanará y cambiará corazones. El fruto de una ofrenda voluntaria puede ser el deseo en el corazón de quien la ha recibido de ayudar a otras personas necesitadas. Eso sucede en todo el mundo”.