¡Socorro! Alguien se va a divorciar
La autora vive en Utah, EE. UU.
Cuando los padres se divorcian, los hijos muchas veces se sienten asustados, preocupados, culpables, enojados, confusos, aliviados o tristes; a veces sienten todas esas cosas a la vez. Si eso te ha ocurrido a ti o a alguno de tus amigos, aquí hay algunas ideas que podrían ser útiles.
Me siento abandonada. Parece que todo el mundo menos yo tiene una familia perfecta.
No hay ninguna familia perfecta, aunque así lo parezca.
Recuerda que tus padres, tu obispo, tus maestros de la Primaria, vecinos y amigos del barrio te quieren.
A veces, la gente tal vez diga cosas que hieran tus sentimientos sin querer. Cuando eso ocurra, no tengas miedo de decirles cómo te sientes y de ayudarles a ver una mejor forma de hablarte en cuanto al divorcio.
Estoy enojada con mi mamá y mi papá.
Es fácil sentirse enojado cuando no hay nada que puedas hacer en cuanto a la situación. Puede que incluso quieras descargar tus sentimientos de enojo en otras personas. Aunque puede ser difícil, sigue intentando mostrar amor por tu familia. Ora para recibir la ayuda para ver a tus padres como Jesús los ve. Él los ama a ellos, a ti y a todas las demás personas de tu familia.
Si no puedes dejar de sentirte enojada, habla con tu mamá o tu papá o con otra persona en quien confíes. Ellos te pueden ayudar a encontrar formas saludables de sentirte mejor, como hacer ejercicio o dibujar.
¿Estaré con mis padres en el cielo?
Gracias a la expiación de Jesucristo, todo saldrá bien después de que muramos. No tienes que preocuparte; pase lo que pase, siempre serás parte de la familia de tus padres celestiales. Si sigues esforzándote por hacer lo justo, recibirás todas las bendiciones que el Padre Celestial tiene planeadas para ti.
¿Es mi culpa que mis padres se hayan divorciado?
Puede que pienses que podrías haber ayudado a que tus padres permanecieran juntos, pero la verdad es que no es tu culpa en absoluto. Ellos tomaron la decisión de divorciarse. Los hijos de la familia no son responsables del divorcio.
Me da miedo lo que ocurrirá después.
Cuando se llevan a cabo cambios grandes, es natural preocuparse por el futuro. Habla con tu mamá y tu papá. Ellos quieren saber cuando estés molesta, y pueden ayudarte con las preocupaciones y las dudas que tengas. Asegúrate de orar para recibir consuelo.
Me siento muy triste todo el tiempo.
Está bien sentirse triste. Estar triste en cuanto a un cambio tan grande es un paso importante para sentirse mejor más adelante. Aunque a veces te sientas triste, sigue haciendo cosas que te encanta hacer. Pasa tiempo afuera; lee un buen libro; escucha música alegre; esfuérzate en la escuela; diviértete con tus amigos; ora al Padre Celestial.
Si tus sentimientos de tristeza duran mucho tiempo y hacen que te sea difícil dormir, comer, concentrarte en la escuela o hacer cosas que normalmente te gusta hacer, habla con un adulto en el que confíes para que te ayude a volver a sentirte mejor.
Las cosas mejorarán.
No importa lo que sientas ahora, te empezarás a sentir mejor con el tiempo. Mientras tanto, sigue orando al Padre Celestial para tener consuelo. Recuerda que el Padre Celestial y Jesús siempre están pendientes de ti y nunca te dejarán solo. Ellos te aman a ti y a tus padres y les ayudarán a todos ustedes. Te darán la fortaleza para sentir paz y felicidad.