Celebramos el aniversario de la Sociedad de Socorro inspirando a “venir a Cristo”
La hermana Stephanie Fernández de Guerrero del barrio Villas del Río, de la Estaca Merendón, Honduras, relata su experiencia como miembro y líder de la Sociedad de Socorro:
Cuando decidí unirme a la Iglesia en el año 2008 con 12 años de edad, no sabía que sería preparada para pertenecer a la organización del Señor para la mujer en donde se nos enseña que somos el corazón del hogar. El pertenecer a la Sociedad de Socorro me ha fortalecido, me enseña a ser mejor esposa, madre, amiga, hermana e hija de Dios. He aprendido del Evangelio restaurado, del amor del Salvador y de lo que Él ha hecho por mí. Cuán agradecida estoy por la Sociedad de Socorro, por líderes inspirados y por las hermanas que me han levantado, consolado y enseñado en los momentos más difíciles de mi vida.
Ahora como líder de las hermanas de mi barrio, pensé de qué manera podíamos celebrar el aniversario de esta hermosa organización ayudando a mis hermanas a “venir a Cristo”. Junto a mis consejeras fuimos inspiradas a realizar visitas “EN BUSCA DE MI OVEJA” y en llevar las hermanas al templo y que pudieran sentir la paz que se siente al ir a la casa del Señor. Fuimos y visitamos a muchas hermanas que extrañábamos no verles regularmente en la capilla. Al día siguiente tuvimos una reunión especial donde algunas compartieron sus experiencias del gozo que han sentido al visitar a sus ovejas. Seguido compartimos un sabroso refrigerio y el siguiente fin de semana viajamos en una excursión de barrio al templo y nuevas hermanas pudieron entrar por primera vez al templo y hacer ordenanzas, entre ellas; Teresa de Coca, Melva Barahona y Sandy Coca.
Semanas después la fe de una de estas hermanas que entraron por primera vez a hacer convenios con el Padre Celestial fue muy probada, pero ella ha seguido fiel al Señor y hemos podido ministrar con amor a ella y su familia. El haber ayudado a una de sus hijas a acercarse más a Cristo, nos inspira a seguir trabajando con dedicación.
No hay duda en mi corazón de que la Sociedad de Socorro es una organización inspirada por Dios, que solo en ella seremos capaces de emular el ejemplo de nuestro Salvador al seguir y poner en práctica nuestro lema. Sé que estamos en esta tierra para cumplir una misión de servicio y amor, que fuimos apartadas en la vida preterrenal por el Señor para alentar, amar y apoyar a nuestras hermanas en esta dispensación. Debemos vivir de tal manera que seamos dignas de pertenecer a la organización del Señor para la mujer.