2018
“Perfeccionémonos con ellos”1
April 2018


“Perfeccionémonos con ellos”1

En la Navidad pasada mi familia fue a ver una película que habla de las tradiciones en México, estuvieron muy emocionados con la trama de la película y sintieron una vez más el espíritu de Elías.

La ancestral costumbre prehispánica de poner un camino de pétalos amarillos y velas que se dirige hacia un altar donde se pone la foto del ancestro o varios ancestros —y también poner la comida que él comía, escuchar la música que él escuchaba y contar sus vivencias— es una hermosa costumbre que permite mantenerlos vivos en nuestra memoria.

La flor que se usa para este propósito se llama cempasúchil que viene del náhuatl cempoal (veinte) y Xóchitl (flor), pues es una flor de veinte pétalos. Esa costumbre de poner pétalos en un camino, por el que “caminara” un ancestro, es una señal de amor, respeto y bienvenida.

Mi tatarabuela Maria de Jesus, quien conoció a los misioneros y se bautizó hace 105 años, tenía la costumbre que cada vez que el presidente de Misión les visitaba en su pequeña rama, en la entrada de la casa capilla le ponía un camino de pétalos rojos, y con pétalos blancos escribía “Bienvenido los Hijos de Dios”.

Mientras servía como Obispo, conocí a una hermana recién conversa que nos platicó un sueño especial. En su sueño ella se encontraba en un lugar hermoso, verde, arboles, pasto, muchos niños jugando y arroyos de agua corriendo aquí y allí. En su sueño ella miró a lo lejos y vio una banca donde estaba sentado una persona. Ella sintió el impulso de ir hacia allá. Al ir caminando hacia este lugar, pudo ver que los arroyos, los niños y lo verde se iba desapareciendo, y se volvía en un lugar árido, seco, sin árboles, ni risas. Al llegar a la banca, reconoció a la persona sentada. Era su Padre, quien había muerto años antes. Su Padre le dijo: “Hija, por favor ayúdame a salir de este lugar tan feo. Quiero estar en donde está mi papa”.

En el sueño la hermana le preguntó a su padre, “Qué quieres que yo haga?” Su padre entonces le contestó, “pregunta a los líderes de la Iglesia donde te has bautizado. Ellos sabrán que hacer.”

Ella contó este sueño a sus maestros orientadores y ellos a mí. Al siguiente día fuimos al Templo y el esposo de esta buena hermana realizó la ordenanza del bautismo y confirmación por el Padre de ella. Después de seguir investigando para ver si podíamos hacer la obra por sus abuelos, nos dimos cuenta que el abuelo de la hermana, es decir el papá de su papá, fue bautizado y miembro de la Iglesia mientras vivió.

Mientras buscamos a nuestros antepasados, el espíritu de amor por esta gran obra se derrama sobre nuestro corazón. Empezamos a sentir amor por esas personas que aunque no les conocimos, son nuestros ancestros e incluso les empezamos a llamar con cariño, “Mama Juanita”, “Papa Luis”, “Lazarito”, etc.

Prometo que nuestros desafíos actuales, cualesquiera que estos sean, se minimizarán y desaparecerán, si podemos dedicar de nuestro tiempo a la Obra de Historia Familiar.

Al reflexionar sobre la importancia de esta gran obra, viene a mi mente la escritura:

“Porque de cierto os digo, vuestros bautismos por vuestros muertos no me pueden ser aceptables después que hayáis tenido el tiempo suficiente para edificarme una casa, donde corresponde la ordenanza del bautismo por los muertos, para quienes se instituyó desde antes de la fundación del mundo.”2

Nuestro Padre Celestial en Su infinita sabiduría, instituyó estas ordenanzas por nuestros antepasados aun antes de la fundación del mundo, como parte de Su gran Plan de Salvación. Este conocimiento nos da la certeza que las familias pueden ser eternas, mediante las llaves de sellar.

Esta Navidad pasada, además de asistir a ver dicha película, fuimos juntos como familia al templo y realizamos algunas ordenanzas por nuestros antepasados. Estuvimos en el baptisterio, donde realizamos bautismos y confirmaciones. Estuvimos también en el salón de sellamientos, donde con la debida autoridad las parejas fueron selladas y los hijos fueron sellados a sus padres por toda la eternidad.

Durante la investigación de historia familiar, usted encontrará joyas y grandes “tesoros escondidos”, que le ayudarán a fortalecer su testimonio de esta gran obra. Un ejemplo es el diario de mi Tía bisabuela Lupita, quien se bautizó también hace 105 años, se mantuvo soltera toda su vida, sirvió una misión de tiempo completo, fue maestra de Profesion, hizo mucha Historia familiar y cuidó a cinco de sus familiares hasta su muerte. Hacia el final de sus días sobre la tierra escribió lo siguiente:

Un Mensaje para los Jóvenes,

Mi juventud se deslizó. La edad para elegir un esposo voló como las aves vuelan cuando el invierno viene, y se van en bandadas a buscar un clima mejor. No traté más que con los misioneros. Todos ellos jóvenes americanos, que la costumbre los tenía bien vedados de simpatizar con las mexicanas.

Tal vez estas palabras ó porque no encontré un mexicano miembro de la Iglesia de Jesucristo que hubiera llamado mi atención, ó no sé qué me pasó que no me casé, lo cual lamento en gran manera. Después de muchos años de convertida al Evangelio, he aprendido que todos los habitantes de este mundo llamado Tierra estuvimos con el Padre antes de que este mundo fuese formado y que ahí se nos predicó el Evangelio de Jesucristo y que allí se ofreció Él como Redentor de todas las almas que vinieran a este mundo para que tomara tabernáculo de carne y hueso y así hacer su progreso.

Este es el punto. Hombres dignos, limpios, puros y santos, son dignos de ser los padres de aquellos espíritus que están en los cielos esperando Su venida. Señoritas puras y santas son dignas de ser madres de aquellos nobles espíritus y enseñarles una doctrina santa como es la de nuestro Señor Jesucristo.

Y escribo este testimonio para que la juventud sepa que el matrimonio es una ordenanza sagrada e instituida por Dios desde el principio del mundo, y el que diga lo contrario no tiene el espíritu de Dios.

Invito a todos los miembros de nuestra Área a que durante 2018 podamos hacer dos cosas al respecto de este importante tema:

  1. Puedan redimir a uno de sus ancestros durante 2018. Si usted no sabe el proceso, no se preocupe. Hay personas especialistas que le ayudarán en sus investigaciones y después en su visita al templo. Aunque el templo estuviera lejos, y usted no tuviera la facilidad de asistir, usted puede enviar el nombre de su antepasado al templo para que realicen las ordenanzas sin necesidad que asista, y después le avisarán que la obra ha sido realizada.

  2. Ingresar sus cuatro generaciones en FamilySearch. Nuevamente, no se preocupe sino sabe cómo hacerlo, solo pregunte en la Iglesia y personas amables le ayudaran a realizarlo.

Que podamos perfeccionarnos con ellos y ellos con nosotros, en el nombre de Jesucristo. Amen.

Notas

  1. Doctrina y Convenios 128:15.

  2. Doctrina y Convenios 124:33.