De la Primera Presidencia
Amar a nuestra familia
Adaptado de “Mi paz os dejo”, Liahona, mayo de 2017, págs. 15–18.
El profeta Alma dijo a su pueblo que debían tener “entrelazados sus corazones con unidad y amor el uno para con el otro” (Mosíah 18:21). A veces puede ser difícil sentir unidad en nuestra familia, pero el Espíritu Santo puede ayudarnos.
Un día, nuestro pequeño hijo estaba saltando encima de su cama con tanta fuerza que pensé que la iba a romper. Me sentía frustrado, así que fui, lo agarré por los hombros y lo levanté hasta el nivel donde nos vimos cara a cara.
Entonces escuché en mi mente la apacible voz del Espíritu Santo que decía: “Estás sosteniendo a una gran persona”. Esas palabras llegaron a lo más profundo de mi corazón. Lo coloqué suavemente de vuelta en la cama y me disculpé.
Ahora mi hijo se ha convertido en un gran hombre. Estoy eternamente agradecido de que el Espíritu Santo me ayudara a verlo como el Padre Celestial lo ve: como Su hijo.
Podemos tratar de escuchar al Espíritu Santo cuando nos vemos los unos a los otros, y aun cuando pensamos los unos en los otros. Eso nos ayudará a sentir más amor en nuestras familias. ●
Aumentar en amor
Recorta las tiras de papel y colócalas en un recipiente. Después de hacer una de las actividades, añade un eslabón a tu cadena de corazones.
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Dobla la tira de papel por la mitad.
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Une los extremos del papel en forma de curva para que formen un corazón. Únelos con una grapa o cinta adhesiva.
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Para formar una cadena, pasa por el primer corazón un extremo del siguiente corazón antes de engraparlo o pegarlo.
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Pregunta qué puedes hacer para ayudar.
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Habla acerca de un recuerdo divertido.
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Ora por alguna persona de tu familia.
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Escribe una nota cariñosa para alguien.
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Pregúntale a alguien cómo le ha ido ese día.
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Llévale a alguien algo de beber o de comer.
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Dile a alguien que es importante para ti.
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Jueguen a algo o salgan a pasear juntos.
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Di “Lo siento” cuando sea necesario.