Un refugio contra la tempestad

¿Alguna vez se han resguardado en un refugio durante una tempestad? A medida que el agua cae, golpetea contra el techo y ahoga los demás sonidos. ¿Cómo pueden mantenerse secos en medio de la tempestad? El poder y la presencia de nuestro Salvador son como ese refugio.

Este ejemplar de la revista Liahona se centra en la manera en que Jesucristo brinda paz en las tempestades de la vida. No podemos evitar las pruebas y desafíos, pero así como los refugios nos mantienen secos cuando llueve, si invitamos a Jesucristo a acompañarnos en nuestro viaje, Él nos ayuda a hallar paz en la tempestad. Los invito a leer el artículo “Mi paz os doy”, del élder Dieter F. Uchtdorf (pág. 4). Él enseña: “Jesucristo, quien controla los elementos, también puede aligerar nuestras cargas” y “la paz no tiene por qué arrebatársenos del corazón, aunque tengamos que sufrir, afligirnos y esperar en el Señor”.

También he experimentado “tempestades” en mi vida. Esas pruebas me han enseñado que Jesucristo es en verdad la única fuente perdurable de ayuda y paz. Como lo expreso en mi artículo “El poder de elevar” (pág. 40), nuestro Salvador puede acompañarnos en nuestro viaje de regreso a casa y lo hará. Él está con nosotros mientras esperamos las bendiciones prometidas, y nunca es demasiado tarde para que Él nos eleve. Él los ama. Ruego que permitan que Él sea su refugio y su lugar seguro, sin importar a lo que se estén enfrentando.

Con amor,

Bonnie H. Cordon

Presidenta General de las Mujeres Jóvenes