“Todo estará bien”, Liahona, marzo de 2023.
Voces de los Santos de los Últimos Días
Todo estará bien
Las horas parecían interminables, hasta que uno de los cirujanos se acercó a mi madre en la sala de espera.
A principios de la década de 1980, mi padre, que padecía una grave enfermedad cardíaca, se sometió a una operación del corazón que esperábamos que le prolongara la vida.
En ese momento, el innovador procedimiento que usaban los cirujanos era nuevo en Uruguay. Los cirujanos reemplazaron la válvula aórtica por una válvula artificial. Con el tiempo, el procedimiento llegó a ser algo común y ha salvado incontables vidas.
Debido a que la operación implicaba ese procedimiento quirúrgico revolucionario, asistieron varios cardiólogos y observaron la cirugía. Mientras los cirujanos operaban, mi madre estaba sentada preocupada en la sala de espera. Las horas parecían interminables.
Nos regocijamos cuando nos enteramos de que la operación había sido todo un éxito. Cuandio salieron de la sala de operaciones, uno de los cirujanos se separó de los demás y fue a la sala de espera. Era un cirujano visitante que había venido a Uruguay para supervisar la operación.
Se acercó a mi madre, se detuvo y le puso la mano en el hombro para tranquilizarla. Entonces, mirándola a los ojos, le dijo: “Todo estará bien”.
El cirujano estaba en lo cierto, mi padre vivió otros veinticuatro años, sirviendo al Señor con todo el corazón —ahora sano— hasta el último día de su vida.
Durante la conferencia general más reciente de la Iglesia, mi madre recordó esa conversación especial hace tantos años. De hecho, la recuerda cada vez que el cirujano visitante —el presidente Russell M. Nelson— habla a los santos.
Todos los profetas del Señor son especiales para nosotros de alguna manera. Algunos son especiales porque sirvieron como Presidentes de la Iglesia cuando éramos jóvenes. Otros son especiales porque servían como Presidentes cuando nos bautizamos. Para mi madre y para mí, el presidente Nelson es especial porque sabe que cada procedimiento médico serio no solo afecta al paciente, sino también a los seres queridos de este. Sabe que los miembros de la familia necesitan palabras de aliento, fortaleza y tranquilidad cuando la salud o la vida de un ser querido están en peligro.
Siempre estaremos agradecidos por las palabras de consuelo del presidente Nelson hace tanto tiempo en Uruguay y por su vida de servicio al Padre Celestial y a los hijos del Padre Celestial.