“Confiar en el poder y en los profetas del Señor”, Liahona, marzo de 2023.
Para los padres
Confiar en el poder y en los profetas del Señor
Estimados padres:
En nuestro mundo cada vez más caótico, puede ser fácil sentir temor e incertidumbre, pero cuando acudimos a Jesucristo en busca de consuelo, Él puede darnos paz en las tormentas de la vida. Lean los artículos de este ejemplar para averiguar cómo el Salvador puede ayudarles a superar los desafíos.
Conversaciones sobre el Evangelio
El Salvador ofrece paz prestamente en los momentos difíciles
Con la familia, lean el artículo del élder Uchtdorf de la página 4 sobre cómo el confiar en el poder habilitador de Cristo puede brindar paz en situaciones difíciles. Analicen juntos algunas maneras en que Jesús ofrece alivio. ¿Qué pueden hacer para invitar a Jesucristo a su vida?
¿De qué modo bendice el sacerdocio a nuestra familia?
Lean el artículo de la página 22 sobre las bendiciones del sacerdocio. Inviten a los miembros de la familia a hablar de ocasiones en las que hayan recibido alguna bendición del sacerdocio. ¿Cómo se sintieron? ¿De qué modo les ayudó la bendición? ¿Hay alguna bendición que podría ayudar a algún miembro de la familia en este momento?
El Señor emplea a Su profeta para ayudarnos a cultivar el valor
En el artículo de la página 30, el élder Sikahema habla sobre cómo el seguir las enseñanzas del profeta lo ayudó a mantenerse firme en sus creencias y normas durante su carrera como jugador profesional de fútbol americano y a lo largo de su vida. Después de leer el artículo, podrían pedir a cada miembro de la familia que mencione alguna ocasión en la que el seguir al profeta les ayudó a tener valor.
Diversión en familia con Ven, sígueme
Crecer y crecer, cada día
Como miembros de la Iglesia restaurada de Jesucristo, tenemos la responsabilidad de ayudar a hacer crecer el Reino de Dios sobre la tierra. En Mateo 13:31–32, leemos:
“El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo.
“A la verdad es la más pequeña de todas las semillas, mas cuando ha crecido es la mayor de las hortalizas y se hace árbol…”.
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Formen un círculo en el suelo y acurrúquense como si fueran una pequeña semilla de mostaza.
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Túrnense para mencionar alguna actividad que podrían realizar cada día a fin de ayudar a la Iglesia a crecer (compartir el testimonio, compartir algún pasaje de las Escrituras en las redes sociales, compartir alguna verdad del Evangelio con un amigo, etc.).
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Cada vez que alguien mencione alguna actividad que ayude a que la Iglesia crezca, todos se estiran un poco y comienzan a enderezarse hasta llegar a estar de pie.
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Analicen en familia por qué es importante que cada persona haga su parte para contribuir al crecimiento de la Iglesia.