Voces de los miembros

¿Qué son las opciones?

Por Jonathan Joel Torres Santo

“Opciones”, la palabra grita para la acción. La opción de caminar al trabajo o viajar en autobús, preparar la cena o salir a comer, ser malo o ser amable. Para cada opción es necesaria una acción, ¿no es así?

En nuestra conferencia general más reciente, se compartió una historia sobre un grupo de estudiantes que observaban a un perro mientras socializaban en un parque. Este perro estaba cautivado por una ardilla ocupada que no sabía que el perro se estaba acercando lentamente. Los estudiantes lo señalaron unos a otros y se sentaron y observaron, después de todo, no era su perro. Minutos más tarde, para su horror, el perro saltó hacia adelante y agarró a la pobre ardilla entre los dientes. Los estudiantes se apresuraron a salvar a la ardilla, pero ya era demasiado tarde. Perturbados por la experiencia, todos desearon haber tomado la decisión de actuar antes.

La falta de acción también es una opción. Ya sea que elijamos actuar o no actuar, esas opciones tienen un impacto. El presidente de rama, Jonathan Joel Torres Santos, los consejeros, Carlos Ortiz e Hilario Beltre, la presidenta de las Mujeres Jóvenes, la hermana Juana Lissette Falcón Saba, las consejeras Vivian Guzmán y Ana Luisa Valdez, de la Rama Don Gregorio, Distrito Baní, de la República Dominicana, son líderes que tienen un impacto con sus decisiones.

En una reunión misional mensual de la rama, el tema a tratar fue un grupo de muchachos de la Rama Don Gregorio que frecuentaban la iglesia para jugar a la pelota, socializar y, en ocasiones, aventurarse en una de las actividades de la Iglesia. Como líderes, se decidió una planificación para hacer participar a estos muchachos y a otros. El plan incluía ocho pasos:

1. Conocer sus nombres y sus familias.

2. Ayudar a las demás personas de la rama para que los conozcan.

3. Alentar a los miembros jóvenes con intereses comunes a conocer sus necesidades, sus intereses y metas.

4. Cada semana, asignar a un joven para que los invite a la iglesia y se ofrezca para conducir o caminar con ellos.

5. Invitarlos a actividades de todo tipo, incluso juegos, Seminario, viajes al templo.

6. Dar la oportunidad a los jóvenes para hablar en la iglesia y compartir sus testimonios.

7. Brindar oportunidades de servicio, permitiendo a cada persona estar al tanto de los demás.

8. Seguir siempre las pautas de la Iglesia.

Con el tiempo, muchos jóvenes de diferentes edades vinieron a jugar baloncesto en la cancha de la iglesia. No eran miembros de la Iglesia, pero fueron recibidos con los brazos abiertos. Comenzó con una noche de juegos en el estacionamiento seguido de golosinas. Poco después, se compartió información y se dieron y aceptaron invitaciones. Uno por uno, nueve jóvenes llegaron a la iglesia y sintieron el espíritu. Los muchachos fueron bautizados y, al alcanzar la mayoría de edad, recibieron el sacerdocio. Hoy en día, esos nueve muchachos usan una camisa blanca y corbata mientras realizan las ordenanzas del sacerdocio y sirven juntos en la Rama Don Gregorio.

Este esfuerzo fue un éxito porque todos en la rama sintieron que una “opción” era un llamado a la acción.