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Almohadas del Corazón en la Estaca Madrid Oeste
El sábado 15 de abril tuvimos la oportunidad de organizar una actividad para las hermanas de la Sociedad de Socorro de la Estaca Madrid Oeste. En esta actividad confeccionamos almohadas con forma de corazón para las pacientes de cáncer de mama y tuvimos el privilegio de realizarla junto con algunas mujeres que forman parte de la asociación Almohadas del Corazón (Proyecto Micky) que nos indicaron y dirigieron para realizar estos cojines de manera eficaz y ergonómica.
Nosotras, como presidencia, no contábamos con la experiencia de haber organizado este tipo de actividades anteriormente, así que nos pusimos en contacto con la Sociedad de Socorro de la estaca de Valencia para seguir su consejo y no partir desde cero; por lo que seguimos su metodología que consiste en crear una cadena de montaje, organizando varios grupos con distintas asignaciones: corte, costura, dar la vuelta, planchar, rellenar, rematar y envolver.
Asistieron unas ciento veinte personas y se confeccionaron doscientas diez almohadas y otras cien más que quedaron listas para su posterior relleno y empaque. Durante toda la actividad se pudo sentir un espíritu muy especial gracias a ese amor genuino que emanan las hermanas, siempre dispuestas a ayudar. Fue un momento muy bonito no solo de prestar servicio, sino también de estrechar lazos y pasar un rato ameno y entrañable, además de que se sintieron muy agradecidas por haberles dado la oportunidad de participar en tan bonita labor.
Las integrantes de la asociación Almohadas del Corazón hacen un gran trabajo para prestar servicio continuo mediante esta labor sin esperar nada a cambio. Fue un gran apoyo contar con su experiencia y habilidades y ellas, a su vez, quedaron encantadas por el trato recibido y la predisposición por parte de las hermanas de la Sociedad de Socorro. Nos quedamos con mucho ánimo, por ambas partes, de poder colaborar para futuras ocasiones.
Después de esta actividad sentimos ese amor que da el Salvador por medio de manos dispuestas a ayudar, por medio de actos pequeños que preceden a grandes cosas. El sentirse útil mediante el servicio da una paz diferente, una paz que no se puede encontrar de otras maneras sino por la confirmación y certeza que nos da el Evangelio: de dónde venimos, a dónde vamos y cuál es nuestro propósito en esta etapa presente de nuestra vida. No estamos solos, el Señor ha puesto ángeles aquí en la tierra para prestar servicio y, en ocasiones como esta, nosotros tomamos ese papel divino en la vida de los demás.
Sé que el Señor vive, sé que somos seres únicos y especiales capaces de grandes cosas. Sé que podemos estar atentos a esas oportunidades que se nos presentan a nuestro alrededor, a veces sutiles, pero igual de importantes. Un simple acto puede cambiar el mundo de una persona. En el nombre de Jesucristo. Amén.