“Hacer preguntas, encontrar respuestas: El modelo que estableció José Smith”, Liahona, enero de 2025.
Ven, sígueme
Hacer preguntas, encontrar respuestas: El modelo que estableció José Smith
En 1820, José Smith, el preordenado joven granjero de catorce años del norte del estado de Nueva York, recibió la milagrosa Primera Visión que marcaría un nuevo comienzo para el mundo entero. A continuación hay tres preguntas y respuestas sobre cómo fortalecer nuestro testimonio de la Primera Visión.
¿Qué podemos aprender del modelo de José Smith en cuanto a hacer preguntas?
José buscaba el perdón de sus pecados y respuestas a sus preguntas. Quería saber a qué iglesia debía unirse. Había asistido a diferentes iglesias y acudido a la Biblia en busca de respuestas. Santiago 1:5 lo inspiró a preguntar a Dios, la fuente de toda verdad (véase José Smith—Historia 1:10–13).
Al prepararse para orar, José buscó un lugar silencioso y tranquilo. A pesar de la oposición que afrontó al comienzo de la oración, José se esforzó con “todo [su] aliento por pedirle a Dios que [lo] librara” (José Smith—Historia 1:16) y recibió la respuesta a su pregunta (véanse los versículos 18–19).
De la experiencia de José podemos aprender mucho sobre la fe, la oración y el modo de recibir respuestas. Es importante señalar que, aunque José recibió respuesta a sus preguntas iniciales en la visión del Padre y del Hijo, continuó buscando respuestas de Dios mediante la oración durante toda la vida. Esas respuestas llegaron a lo largo de muchos años conforme seguía buscando, obedeciendo y teniendo fe en que Dios le contestaría.
El presidente Russell M. Nelson ensenó que “el profeta José Smith estableció un patrón que hemos de seguir al resolver nuestras preguntas”:
¿Es esencial la Primera Visión para mi testimonio?
La Primera Visión marcó el comienzo de la restauración del Evangelio de Jesucristo, la cual continúa hasta el día de hoy. Aquel día de primavera de 1820, Dios habló con José, contestó Su oración y le brindó guía que condujo al establecimiento de la Iglesia de Jesucristo sobre la tierra de nuevo.
Si creemos que el Señor le habló a José, entonces podemos creer que Él nos habla a nosotros. Si confiamos en que Él restableció Su Iglesia por medio del profeta José, podemos confiar en que Él continúa guiándonos por medio de nuestro profeta actual, el presidente Russell M. Nelson.
Al igual que José Smith, los profetas vivientes reciben revelación para guiar la Iglesia. El presidente Russell M. Nelson dijo: “Si algo nos enseña la experiencia trascendental que tuvo José Smith en la Arboleda Sagrada, es que los cielos están abiertos y que Dios habla a Sus hijos”.
Con el testimonio de la Primera Visión, se fortalece nuestra fe en el Señor, en Su Iglesia y en la revelación continua que Él da a nuestros profetas y apóstoles en la actualidad.
¿Cómo podemos obtener un testimonio de la Primera Visión?
Si bien el camino de cada persona hacia la conversión será diferente, con el tiempo, todos necesitan la confirmación del Espíritu Santo a fin de obtener un testimonio de la Primera Visión y de otras verdades del Evangelio.
El presidente Jeffrey R. Holland, Presidente en Funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “Con franqueza reconozcan sus inquietudes, pero primeramente y para siempre aviven las llamas de la fe, porque todas las cosas son posibles para los que creen”.
La oración es la llave que abre la puerta a la revelación personal acerca de la Primera Visión y de cualquier otra pregunta. Pregunten a Dios. Pregúntenle si José en verdad vio al Padre y al Hijo. Busquen el Espíritu, confíen en el Señor y sigan intentándolo. Pueden llegar a decir tal como José: “Yo lo sabía, y sabía que Dios lo sabía; y no podía negarlo” (José Smith—Historia 1:25).