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¿Por qué necesitamos una religión organizada?
Formar parte de la Iglesia del Señor puede ayudarnos a recordar a Jesucristo y a llegar a ser como Él.
¿Alguna vez se ha preguntado por qué Dios organizó Su Iglesia de la manera en que lo hizo? ¿Por qué tenemos profetas, apóstoles y llamamientos en la Iglesia? Tal vez se haya preguntado por qué debemos hacer y guardar convenios para recibir la exaltación, en lugar de recibirla simplemente por ser una buena persona.
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “No nos esforzamos por convertirnos a la Iglesia, sino a Cristo y Su Evangelio; una conversión que la Iglesia facilita”. Estas son algunas maneras en las que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días puede profundizar nuestra conversión a Jesucristo y ayudarnos a llegar a ser como Él.
Acceder a las llaves y al poder del sacerdocio
El presidente Russell M. Nelson dijo: “Sin las llaves del sacerdocio, la Iglesia solo podría servir como una importante organización de enseñanza y ayuda humanitaria, pero no mucho más”. Las llaves del sacerdocio ponen los convenios con Dios al alcance de los hombres y las mujeres. Cuando guardamos nuestros convenios, tenemos mayor acceso al poder de Dios, el cual puede ayudarnos a cumplir con llamamientos, soportar pruebas, resistir la tentación y discernir entre el bien y el mal.
Recibir la guía de los profetas
Los profetas son una pieza fundamental de la Iglesia de Cristo. Así como Abraham, Moisés y otros grandes profetas guiaron a las personas de la Biblia, a nosotros nos guían profetas en los últimos días. Los profetas son cruciales para nuestro crecimiento espiritual porque, como enseñó el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “[Ellos] representan la intención y el corazón del Señor y son llamados para representarlo a Él y para enseñarnos a nosotros lo que debemos hacer para regresar a vivir en la presencia de Dios y de Su Hijo, Jesucristo”. En un mundo con muchas voces contradictorias, es reconfortante saber que siempre podemos acudir a los profetas vivientes como fuente de verdad.
Progresar mediante los llamamientos
Otra manera en que la Iglesia nos ayuda a llegar a ser como Jesucristo es extendiendo llamamientos a miembros de forma individual. Nuestro servicio en la Iglesia no es solo para satisfacer necesidades temporales, sino también para ayudarnos a llegar a ser más como el Salvador, el ejemplo perfecto de servicio desinteresado. “Cada [llamamiento] nos ofrece la oportunidad de servir y de progresar”, dijo el élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles. “El Señor organizó la Iglesia de una manera que proporciona a cada miembro la oportunidad de servir, la cual, a su vez, conduce al crecimiento espiritual de la persona”.