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Comunicarse de manera apropiada con los alumnos que aprenden en línea: Principios de enseñanza

Ser constante y cercano

• Establezca un método de comunicación constante con los alumnos. Al comienzo del año o del semestre, indique a los alumnos cómo se comunicará con ellos. Esto es fundamental en el entorno de aprendizaje en línea. Si los alumnos saben adónde se envían los mensajes, los problemas y las preguntas se pueden resolver rápidamente.

• Póngase a disposición de los alumnos para proporcionarles apoyo relevante para resolver las dudas y los problemas. Esto no significa que deba estar disponible las veinticuatro horas del día, sino que comunique los mejores horarios para responder sus mensajes. En Pautas para una enseñanza en línea exitosa se recomienda a los maestros en línea que respondan los mensajes de los alumnos en un plazo de veinticuatro horas.

Usar los modales y la gramática adecuados en los mensajes escritos

Procure expresarse como maestro y discípulo de Cristo en sus comunicaciones con los alumnos. Esto le permitirá establecer con propiedad su presencia como maestro. Las siguientes ideas pueden ayudarlo al enviar mensajes escritos:

• Asegúrese de que el asunto del mensaje sea claro y conciso.

• Utilice un saludo apropiado, que puede ser formal, dependiendo del país y la cultura. Debe evitar las palabras o frases informales. Los alumnos deben darse cuenta de que usted usa el lenguaje de manera cuidadosa y deliberada. Diríjase a los alumnos por sus nombres de pila o sus nombres de preferencia, en lugar de por apodos o etiquetas informales. Concluya toda comunicación con una despedida y su nombre. “Hermano” o “Hermana”, seguido de su apellido, siempre es una manera apropiada de que los alumnos se dirijan a usted.

• Utilice la ortografía y la gramática estándar. Evite todo aquello que pueda impedir la comprensión del mensaje que trata de transmitir a los alumnos, como las abreviaturas.

La comunicación semejante a la de Cristo

Jesucristo es nuestro ejemplo de comunicación apropiada: “Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Como la única persona sin pecado que ha pisado la faz de la tierra, Él nos dio el ejemplo supremo de cómo debemos comunicarnos entre nosotros. Los verdaderos discípulos de Jesucristo procuran seguir Su ejemplo en la forma de comunicarse con los demás. Su comunicación, verbal y no verbal, debe ser amable, compasiva y servicial, y debe reflejar el amor que sienten por los hijos del Padre Celestial y el conocimiento de que todos somos hermanos y hermanas. Todas las comunicaciones de los maestros en línea también deben seguir este modelo.

El élder L. Lionel Kendrick, de los Setenta, enseñó:

Élder L. Lionel Kendrick

La comunicación cristiana se expresa en un tono de amor, no de estruendo; su propósito es ser útil, no dañina; es un nexo que tiende a unirnos en lugar de apartarnos, y tiende a edificar y no a denigrar.

Esta comunicación es una expresión de afecto, no de enojo; de veracidad, no de embustes; de compasión, no de contención; de respeto, no de burla; de consejo, no de crítica; de corrección, no de condenación. Se expresa con claridad y no con confusión. Puede ser tierna o severa, pero siempre debe ser moderada.

El verdadero desafío que afrontamos al comunicarnos con los demás es preparar nuestro corazón para que tenga sentimientos como los de Cristo por todos los hijos del Padre Celestial. Cuando lleguemos a sentir ese interés por el bienestar de nuestros semejantes, nos comunicaremos con ellos como lo haría el Salvador, y entonces calmaremos el corazón de los que quizás sufran en silencio. Al encontrar a personas con necesidades especiales a lo largo de la vida, podremos iluminar su jornada con las palabras que les digamos.

Comunicarnos como Cristo lo haría nos ayudará a entablar buenas relaciones y terminará por llevarnos a salvo de regreso a nuestro hogar celestial. Que podamos atesorar el don divino de la comunicación y emplearlo prudentemente para edificar y ayudar a los demás en esta maravillosa jornada terrenal (véase “Comuniquémonos como Cristo lo haría”: Principios de enseñanza, Liahona, enero de 1989, pág. 27).

La comunicación a la manera de Cristo es especialmente importante en las clases en línea, donde el alumno podría malinterpretar lo que se dice. En su esfuerzo por seguir el ejemplo de comunicación del Salvador en sus anuncios, comentarios sobre las asignaciones, respuestas en el foro de análisis y mensajes de la bandeja de entrada en Canvas, así como en las reuniones a distancia, usted desarrollará su capacidad para hacerse entender con claridad y propiedad.

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Analícelo con su supervisor

Reflexione sobre las siguientes preguntas y cómo las podría utilizar al enseñar. Prepárese para analizarlas con su supervisor local de SeI.

• Piense, en general, cómo se comunica con los alumnos. ¿Es amable y comprensivo? ¿Se esfuerza por ayudar a cada alumno a sentirse cómodo?

• En todo lo que hacemos como maestros, nos esforzamos por ayudar a los alumnos a profundizar su conversión a Jesucristo. Esto incluye la forma en que nos comunicamos. Cuando los maestros siguen estos principios, ¿cómo ayudan a los alumnos a profundizar su conversión a Jesucristo?

• ¿Cuál de los principios que se han mencionado le impresionó? ¿Cómo puede ponerlo en práctica al enseñar?

• Pida a su supervisor local de SeI más orientación sobre cómo comunicarse de manera apropiada con los jóvenes en edad de asistir a Seminario, incluyendo cualquier pauta y norma de conducta de SeI relevante.