“Lección 27: Se sostiene al Cuórum de los Doce Apóstoles para que dirija la Iglesia”, La historia de los Santos de los Últimos Días: 1815–1846, Material para el maestro, 2018
“Lección 27”, La historia de los Santos de los Últimos Días: 1815–1846, Material para el maestro
Lección 27
Se sostiene al Cuórum de los Doce Apóstoles para que dirija la Iglesia
Introducción y cronología
En el verano de 1844, los santos de Nauvoo, Illinois, lamentaron la muerte de José y Hyrum Smith. Después de enterarse del martirio, los Apóstoles y otros hermanos que habían estado sirviendo en misiones en el este de Estados Unidos comenzaron a regresar a Nauvoo. Sidney Rigdon, que había estado viviendo en el estado de Pensilvania para ayudar con la campaña presidencial de José Smith, también regresó a Nauvoo. Llegó allí el 3 de agosto de 1844 y se ofreció para dirigir la Iglesia en calidad de “guardián” en ausencia de José. Poco después, varios miembros del Cuórum de los Doce Apóstoles regresaron y se llevaron a cabo reuniones en las cuales Sidney Rigdon y Brigham Young, quien era el presidente de los Doce, dirigieron la palabra a los santos. Mientras Brigham Young hablaba, se manifestó la voluntad del Señor y los santos sostuvieron al Cuórum de los Doce Apóstoles para que dirigiera la Iglesia.
-
27 de junio de 1844José y Hyrum Smith mueren como mártires en Carthage, Illinois.
-
3 de agosto de 1844Sidney Rigdon llega a Nauvoo y sugiere que él debe ser el guardián de la Iglesia.
-
6 de agosto de 1844Brigham Young y otros cuatro Apóstoles llegan a Nauvoo de sus misiones en el este de Estados Unidos.
-
7 de agosto de 1844Brigham Young y Sidney Rigdon hablan con los consejos de la Iglesia sobre el liderazgo futuro de esta.
-
8 de agosto de 1844En Nauvoo, miles de santos sostienen al Cuórum de los Doce Apóstoles para que dirija la Iglesia.
Lecturas para el alumno
Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, capítulo 45
Sugerencias para la enseñanza
Los miembros de la Iglesia lamentan la muerte de José y Hyrum Smith, y Brigham Young se da cuenta de que las llaves del sacerdocio no se han perdido
Muestre el siguiente extracto de un artículo que fue publicado el 13 de julio de 1844 en el Weekly Herald, un periódico de Nueva York, e invite a un alumno a que lo lea en voz alta:
“Ayer recibimos por el correo del oeste los siguientes detalles sobre la muerte de Joe Smith, el Profeta, y su hermano Hiram.
“Fueron acribillados…
“Así termina el mormonismo” (“Important from Nauvoo—Death of Joe and Hiram Smith—Terrible Excitement at the West”, Weekly Herald, 13 de julio de 1844, págs. 220–221).
-
¿Por qué creen que algunas personas supusieron que la Iglesia no continuaría tras la muerte de José y Hyrum Smith?
Explique que hubo distintas reacciones entre los miembros ante la muerte de ellos. Invite a varios alumnos a que se tomen turnos para leer en voz alta los tres relatos siguientes. Pida a la clase que se fije en cómo reaccionaron algunas personas tras la muerte de José y Hyrum Smith.
-
Lucy Mack Smith escribió lo que sucedió después de que los cuerpos de José y Hyrum fueron devueltos a Nauvoo:
“Después de que los cuerpos fueron lavados y vestidos con sus mortajas, se nos permitió verlos. Durante mucho tiempo me había aferrado a cada fibra de valentía, había despertado toda la energía de mi alma y había invocado a Dios para que me fortaleciera; pero al entrar a la habitación y ver a mis hijos asesinados, ambos yaciendo ante mis ojos al mismo tiempo; y al escuchar los sollozos y gemidos de mi familia, con gritos de ‘¡Padre! ¡Esposo! ¡Hermanos!’ de labios de sus esposas, hijos y hermanos, fue demasiado. Otra vez me derrumbé clamando al Señor con la agonía de mi alma: ‘¡Dios mío! ¡Dios mío! ¿Por qué has abandonado a esta familia?’. Una voz respondió: ‘Los he tomado para mí, para que puedan descansar’. A Emma la llevaron de vuelta a su habitación, casi inconsciente. Su hijo mayor se acercó al cuerpo y cayó de rodillas, y [poniendo] su mejilla junto a la de su padre, lo besó y exclamó: ‘¡Oh, padre mío! ¡Padre mío!’” (Lucy Mack Smith, “Lucy Mack Smith, History, 1845”, págs. 312–313, josephsmithpapers.org; se estandarizó la puntuación).
-
Warren Foote, quien era miembro de la Iglesia, escribió lo siguiente:
“Elihu Allen y yo estábamos trabajando en el campo, cortando el trigo, cuando cerca de las tres de la tarde llegó mi esposa y nos dijo que se había corrido la voz de que a José Smith y a su hermano Hyrum les habían disparado en la cárcel de Carthage el día anterior por la tarde. Dije de inmediato: ‘no puede ser’… Todos sentimos que el poder de las tinieblas había triunfado y que el Señor había abandonado a Su pueblo. Nuestro profeta y nuestro patriarca se habían ido. ¿Quién dirigiría a los santos ahora?” (Warren Foote, autobiografía y diarios, 1837-1903, pág. 29, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City; se estandarizó la ortografía).
-
Los apóstoles Brigham Young y Wilford Woodruff se encontraban en Boston, Massachusetts, el día del martirio. Wilford Woodruff relató que él y Brigham Young tuvieron un sentimiento de “estar cubiertos por una nube de tinieblas y desolación”, aunque no comprendieron por qué hasta unas semanas después, cuando se enteraron de que José y Hyrum Smith habían sido asesinados (Wilford Woodruff, “The Keys of the Kingdom”, Millennial Star, 2 de septiembre de 1889, pág. 545).
-
Si ustedes hubieran estado entre los primeros miembros en esa época, ¿qué pensamientos o sentimientos creen que habrían tenido tras recibir la noticia de que habían matado a José y Hyrum? ¿Por qué?
Invite a un alumno a que lea en voz alta la reacción del presidente Brigham Young (1801–1877) al enterarse de que el Profeta había sido asesinado:
“Cuando llegó la carta, Orson Pratt y yo estábamos ahí y la leímos. Sentí algo que nunca había sentido en la vida… Mi corazón estaba tan acongojado que pensé que iba a romperse… ¿Ya no se encuentra el sacerdocio en la tierra? José y Hyrum han partido. [Después] sentí como una palmada. Llegó a mí como revelación: las llaves del reino están aquí” (Brigham Young, Oficina del Historiador, Actas generales de la Iglesia, 12 de febrero de 1849, pág. 2, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City; se estandarizaron la ortografía, la puntuación y la gramática).
-
¿Qué consoló a Brigham Young después de enterarse de la muerte de José Smith?
Muestre las siguientes declaraciones del profeta José Smith (1805–1844) y del presidente Boyd K. Packer (1924–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, e invite a un alumno a que las lea en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que se fije en lo que el Profeta y el presidente Packer enseñaron acerca de las llaves del Reino de Dios. (Antes de que se lean las palabras de José Smith, explique que él hizo esta declaración a los miembros del Cuórum de los Doce en la primavera de 1844).
“Hermanos, el Señor desea que apresure la obra en la que nos hallamos embarcados… Pronto tendrá lugar un suceso importante; puede ser que mis enemigos me maten. Y en caso de que lo hagan, y que no se hayan impartido a ustedes las llaves y el poder que descansan en mí, estas desaparecerán de la tierra. Pero si logro tener éxito en conferirlas sobre su cabeza, entonces que caiga víctima de manos asesinas si Dios así lo permite, y me iré con todo gozo y satisfacción sabiendo que mi obra ha terminado y que están colocados los cimientos sobre los cuales se edificará el Reino de Dios en esta dispensación del cumplimiento de los tiempos.
“Sobre los hombros de los Doce de ahora en adelante debe descansar la responsabilidad de dirigir esta Iglesia hasta que ustedes nombren a otros que sean sus sucesores” (citado en Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, págs. 567–568).
“Los Doce poseen las llaves, tanto en forma individual como colectiva” (Boyd K. Packer, “La armadura de la fe”, Liahona, julio de 1995, pág. 7).
-
Según esas declaraciones, ¿qué verdad podemos aprender sobre la autoridad que poseen los que son ordenados Apóstoles? (Los alumnos deberían mencionar la siguiente verdad: Los Apóstoles poseen todas las llaves del sacerdocio necesarias para presidir la Iglesia [véanse también D. y C. 27:12–13; 112:30–32]).
-
¿Por qué es importante que cada uno de los miembros de los Doce reciba todas las llaves del Reino de Dios necesarias para presidir la Iglesia al momento de ser ordenado Apóstol?
Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente instrucción tomada de la historia del profeta José Smith:
“Los Doce no tienen que responder a nadie sino a la Primera Presidencia… y donde yo no estuviere, no habrá Primera Presidencia sobre los Doce” (Manuscript History of the Church, tomo B-1, pág. 691, josephsmithpapers.org).
-
¿Qué aprendemos de esta declaración en cuanto a lo que sucede con la Primera Presidencia cuando muere el Presidente de la Iglesia?
Los miembros de la Iglesia sostienen al Cuórum de los Doce Apóstoles para que dirija la Iglesia
Explique que, después de la muerte de José Smith, había confusión entre los santos en cuanto a quién debía dirigir la Iglesia.
Divida la clase en grupos de dos a cuatro alumnos y entregue a cada alumno una copia del volante adjunto cuyo título es: “Momentos importantes que conducen a la sucesión en el liderazgo de la Iglesia”. Pida a los grupos que lean juntos el volante y que presten atención a algunos de los acontecimientos que ocurrieron antes de la sucesión en el liderazgo de la Iglesia. Invítelos también a que analicen sus respuestas a las preguntas del volante.
Después de concederles suficiente tiempo, invite a varios alumnos a compartir sus respuestas a las preguntas del volante.
Escriba la fecha siguiente en la pizarra: 8 de agosto de 1844.
Explique que, el 8 de agosto de 1844, por la mañana, Sidney Rigdon dirigió la palabra a miles de santos y una vez más propuso convertirse en el guardián de la Iglesia. Más tarde, ese mismo día, tuvo lugar una conferencia en la que Brigham Young habló a los santos durante más de una hora.
Invite a un alumno a leer en voz alta el siguiente extracto del mensaje que Brigham Young dio en la conferencia:
“Se ha dicho mucho en cuanto a que el presidente Rigdon sea el Presidente de la Iglesia y dirija a este pueblo, estando a la cabeza… Si el pueblo desea que el presidente Rigdon lo dirija, que así sea; pero yo les digo que el Cuórum de los Doce Apóstoles posee las llaves del Reino de Dios en todo el mundo. Los Doce son señalados por el dedo de Dios” (Brigham Young, en Manuscript History of the Church, tomo F-1, pág. 298, josephsmithpapers.org).
-
Basándose en la lectura del capítulo 45 de Santos: tomo I, ¿qué experimentaron muchos miembros de la Iglesia al ver y escuchar a Brigham Young mientras hablaba? (Muchos de los santos recibieron una manifestación espiritual de que Brigham Young, el Presidente del Cuórum de los Doce Apóstoles, había sido llamado por Dios para dirigir la Iglesia. Más adelante, algunos de ellos dijeron que, en un momento determinado, Brigham Young pareció adoptar el aspecto, el habla y los gestos de José Smith).
Invite a dos alumnos a que lean en voz alta los siguientes relatos de los miembros de la Iglesia, Emily Smith Hoyt y el presidente George Q. Cannon (1827–1901), quien más adelante prestaría servicio en la Primera Presidencia. Pida a la clase que se fije en cómo ellos describieron lo que sucedió mientras el presidente Brigham Young dirigía la palabra a los santos.
“La forma de razonar, la expresión del rostro y el sonido de la voz estremecieron toda mi alma. Había visto con mis ojos el cuerpo asesinado de José. Había sentido con mis manos el frío helado de la muerte en lo que había sido su noble frente. Yo sabía que José estaba muerto. Y, sin embargo, a menudo me sobresaltaba y miraba involuntariamente al estrado para ver si no era José. No era él, era Brigham Young, y si alguien duda del derecho que Brigham tiene de administrar los asuntos en favor de los santos, todo lo que tengo que decirles es esto: procuren el Espíritu de Dios y averígüenlo por ustedes mismos. El Señor proveerá para los suyos” (Emily Smith Hoyt, en Lynne Watkins Jorgensen y el personal de BYU Studies, “The Mantle of the Prophet Joseph Passes to Brother Brigham: A Collective Spiritual Witness”, BYU Studies, tomo XXXVI, nro. 4, 1996–1997, pág. 164).
“Brigham Young… se levantó y se dirigió a la congregación… ¿Quién, de los que estuvieron presentes en esa ocasión, puede olvidar la impresión que tuvo sobre ellos? Si José se hubiera levantado de los muertos y les hubiera dirigido la palabra, el efecto no habría sido más sorprendente de lo que fue para muchos de los presentes en aquella reunión. Era la voz de José mismo, y no solo fue la voz de José la que se oyó, sino que a los ojos de la gente era como si fuera José mismo el que estaba ante ellos. Nunca hemos oído de un acontecimiento más maravilloso y milagroso que el que tuvo lugar ese día en presencia de aquella congregación. El Señor dio a los de Su pueblo un testimonio que no dejó lugar a dudas con respecto a quién era el hombre que Él había escogido para dirigirlos. Vieron y oyeron con sus ojos y oídos naturales, y luego las palabras que fueron pronunciadas, acompañadas por el poder convincente de Dios, llegaron a su corazón y fueron llenos del Espíritu y de gran gozo. Había habido oscuridad y, en algunos corazones, probablemente duda e incertidumbre; pero ahora estaba claro para todos que allí se encontraba el hombre a quien el Señor había concedido la autoridad necesaria para actuar entre ellos en lugar de José” (George Q. Cannon, “Joseph Smith, the Prophet”, Juvenile Instructor, 29 de octubre de 1870, págs. 174–175).
-
¿Qué les llama la atención de esos relatos?
Explique que después de que Brigham Young terminó su mensaje en la reunión del 8 de agosto de 1844, pidió que se votara. Los santos sostuvieron al Cuórum de los Doce Apóstoles como el órgano de gobierno de la Iglesia, con Brigham Young como presidente. La Iglesia siguió adelante bajo el liderazgo y la dirección de los Doce durante más de tres años, hasta que, en diciembre de 1847, se reorganizó la Primera Presidencia y se sostuvo a Brigham Young como Presidente de la Iglesia.
Invite a un alumno a que lea en voz alta Moroni 10:5. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que considere la forma en la que ese versículo podría ayudar a alguien que desee obtener un testimonio de que aquellos que dirigen la Iglesia son llamados por Dios.
-
¿Cómo podría ayudar la enseñanza de Moroni de este versículo a alguien que desee obtener un testimonio de que los que dirigen la Iglesia son llamados por Dios? (Después de que los alumnos hayan respondido, escriba el siguiente principio en la pizarra: Por medio del Espíritu Santo podemos recibir un testimonio de que quienes dirigen la Iglesia son llamados por Dios).
-
¿Por qué creen que es importante que cada uno de nosotros obtenga un testimonio de que la Iglesia es dirigida actualmente por personas que son llamadas por Dios?
-
¿En qué ocasiones han recibido un testimonio del Espíritu Santo de que los que dirigen la Iglesia en la actualidad han sido llamados por Dios?
Testifique que aquellos que han dirigido y dirigen La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han sido llamados por Dios. Inste a los alumnos a obtener un testimonio de esa verdad o a fortalecerlo.
Invite a los alumnos a prepararse para la última clase de este curso leyendo el capítulo 46 de Santos: tomo I.