2016
Los compañeros de estudio de Jordan
Junio de 2016


Los compañeros de estudio de Jordan

La autora vive en Virginia, EE. UU.

Jordan extrañaba ser el compañero de estudio de Kirsi. ¡Pero entonces tuvo una gran idea!

“… por medio del Espíritu sé que [las Escrituras] son la verdad” (Canciones para los niños, pág. 66).

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Jordan llevaba más de un año sin ver a su hermana Kirsi. ¡Parecía una eternidad! Pronto ella regresaría a casa de su misión para tener una operación. Jordan estaba triste porque ella estaba enferma, pero estaba contento de que pronto estarían juntos.

Al día siguiente, cuando llegó a casa de la escuela, Kirsi estaba sentada en el sofá. Jordan corrió a abrazarla.

“¡Hola, Jordan! ¡Te extrañé!”, dijo Kirsi.

Jordan sonrió. “¡Yo también te extrañé! Siento mucho que estés enferma”.

“Gracias, mi camarada”, dijo Kirsi. En su regazo tenía un Libro de Mormón.

“¿Puedo leer contigo?”, le preguntó él.

“¿Por qué no vas a buscar tu Libro de Mormón y empezamos juntos desde el principio?”.

Jordan corrió a su habitación y agarró su ejemplar. “¡Lo tengo!”, gritó mientras volvía corriendo. Se acomodó junto a Kirsi y abrieron el libro en la portada. “El Libro de Mormón: Otro testamento de Jesucristo”, leyó Jordan. Se turnaron para leer.

“En la misión, estudiaba las Escrituras con mi compañera todos los días”, dijo Kirsi. “¿Querrías ser mi compañero de estudio hasta que llegue el momento de volver a la misión?”, preguntó Kirsi.

“¡Sí!”, respondió él.

Unos días después, Kirsi tuvo su operación. Volvió a casa del hospital para descansar por unas semanas y recuperarse. Ella y Jordan estudiaban el Libro de Mormón juntos todos los días.

Antes de volver a la misión, Kirsi dijo: “Jordan, me gustaría darte el desafío de terminar el Libro de Mormón antes de bautizarte”.

Jordan lo pensó; solo quedaban unos pocos meses hasta que cumpliera ocho años. Tendría que leer mucho, pero quería hacerlo. “Sí”, dijo Jordan.

“A medida que leas, ¿orarás y preguntarás si es verdad?”, preguntó Kirsi. “Moroni prometió que si hacemos eso, el Espíritu Santo nos dirá si es verdad”.

“Está bien”, dijo Jordan.

Para cuando Kirsi regresó a la misión, habían llegado juntos a 2 Nefi.

Jordan extrañaba mucho a Kirsi; sobre todo extrañaba ser su compañero de estudio. ¡Pero entonces tuvo una gran idea!

Al día siguiente en la escuela, se acercó al pupitre de su mejor amigo, Jake.

“Voy a leer el Libro de Mormón entero antes de bautizarme”, dijo Jordan. “Como los dos vamos a bautizarnos el mismo día, ¿quieres hacerlo tú también?”.

“Sí”, dijo Jake. “Nunca he leído el Libro de Mormón entero”.

Todos los días en la escuela se hacían la misma pregunta.

“¿Por dónde vas?”.

“El final de Jacob, ¿y tú?”.

Al poco tiempo, ni siquiera tenían que hacerse esa pregunta; se miraban el uno al otro y ya sabían la pregunta.

“Creo que terminaremos justo a tiempo para nuestro bautismo”, dijo Jordan.

Finalmente llegó el día del bautismo.

“¡Terminé anoche!”, susurró Jordan.

“¡Yo también!”, dijo Jake. “Oré para saber si era verdadero y tuve un sentimiento cálido y de felicidad”.

Jordan sonrió. “Yo también, me sentí muy feliz cuando oré”. Estaba muy agradecido por el desafío de Kirsi, ya que estaba poniendo los cimientos de su propio testimonio.

Ilustraciones por Mark Robison.