Historias del Libro de Mormón Alma enseña a orar Alma, hijo, fue con otras personas a enseñarles a los zoramitas. Antes, los zoramitas creían en el Padre Celestial, pero ya no cumplían Sus mandamientos y no creían en Jesús. Tampoco recordaban la manera correcta de orar. Una vez a la semana, los zoramitas se turnaban para orar. Se subían a una plataforma alta, levantaban los brazos en alto y le agradecían al Padre Celestial que fueran más especiales que otras personas. Cada persona repetía exactamente la misma oración. Los zoramitas solamente oraban cuando estaban sobre la plataforma; no pensaban en el Padre Celestial y no oraban ni cuando estaban en su casa ni en ningún otro lugar. Alma le enseñó al pueblo que podían orar en cualquier momento. Podían orar en su casa, en sus campos o en los lugares desiertos. Les enseñó que podían orar en cuanto a cualquier cosa y que el Padre Celestial los ayudaría. Podemos orar como Alma enseñó. Podemos orar en cualquier momento y en cualquier lugar. Incluso podemos orar en silencio en nuestro corazón. ¡El Padre Celestial siempre nos escuchará! Ilustraciones por Apryl Stott.