5 maneras de defender la fe (sin causar contención)
De un artículo del élder Von G. Keetch, de los Setenta
No tiene que haber mucha tensión entre dos grandes principios del Evangelio de defender la verdad y a la vez respetar y amar a los demás. Nuestra fuerte convicción de la verdad nunca debería causar que actuáramos de manera irrespetuosa o resentida hacia los demás. Al mismo tiempo, nuestro deseo de mostrar bondad y amor hacia todos los demás nunca debería debilitar nuestro deber de defender la verdad.
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Tendremos más éxito al entablar conversaciones con las personas de manera individual. Si nos limitamos a 140 caracteres en línea, a menudo se nos malinterpretará. Normalmente, se puede conseguir mucho más uno a uno, cara a cara, al llegar a comprenderse las personas las unas a las otras.
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Recuerda que nuestra meta inicial es comprender la postura de los demás. Solamente cuando los respetamos como personas y entendemos sus puntos de vista podemos eficazmente comunicarnos con ellos.
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Busca maneras de respetar los diferentes puntos de vista y seguir viviendo juntos en la sociedad. Debemos defender los derechos civiles básicos de los demás, reconocer su derecho de expresar su opinión y defender lo que creen, si esperamos que los demás defiendan nuestros derechos civiles básicos.
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El llegar a comprenderse el uno con el otro es un proceso, uno que a menudo puede tomar mucho tiempo. Puede que otras personas nunca acepten nuestro punto de vista, pero podemos intentar eliminar palabras como intolerante y odio.
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Veámonos los unos a los otros como intrínsecamente buenos y razonables, aunque tengamos opiniones básicas que puede que los demás nunca acepten.