Esperanza y sanación: cómo apoyar a las víctimas de abusos sexuales
El abuso sexual puede causar un profundo dolor emocional, puede alterar el pensamiento y causar conductas poco sanas. Al buscar sanación, muchas víctimas necesitarán tanto el poder de Jesucristo y ayuda profesional. También necesitarán el apoyo cristiano de aquellos que los rodean. Las siguientes son cinco maneras en que los amigos, los miembros de la familia y los líderes de la Iglesia pueden ayudar.
-
Saber qué es el abuso sexual.El abuso sexual es cualquier interacción no consentida que implica conductas con contacto o sin este en la que se usa a una persona para la satisfacción sexual de otra persona. Muchas víctimas no reconocen que lo que ocurrió fue un abuso; sin embargo, aún pueden desarrollar conductas poco saludables y emociones muy dolorosas.
-
Entender cómo se siente la persona abusada.Con frecuencia la víctimas de abuso sexual se quedan confusas y con sentimientos de indignidad y culpabilidad.
-
Considera tus palabras.El pesar y el sufrimiento que experimentan las víctimas a menudo se intensifica por los comentarios de otras personas, los cuales se originan al no entender el abuso sexual y sus efectos. El culpar a la víctima o hacer declaraciones como “supéralo” o “olvida y perdona” puede llevar a la víctima a aumentar su secretismo y vergüenza en lugar de sanación y paz.
-
Escucha y ama.Cuando una víctima confía en ti lo suficiente como para contarte sus sufrimientos y abusos, la conversación debe comenzar con amor y comprensión para con ella.
-
Reconoce y valida los sentimientos.Al igual que una lesión física, si se ignora el abuso, no sanará adecuadamente. Al igual que se recompone una pierna quebrada, el recuperarse de una herida emocional a menudo implica permitir que los sentimientos de sentirse uno herido, con miedo y triste, se sienta, se reconozca y se valide.