Seis maneras de ayudar a un amigo con ansiedad
A menudo, quienes padecen de ansiedad tienen miedo de lo que los demás piensen de ellos. No quieren que las personas los vean teniendo un ataque de pánico o cualquier otro problema asociado a la ansiedad. Con frecuencia, tratan de ocultarlo. Quizás eviten reuniones sociales o no vayan a la Iglesia. Aquí encontrarás la manera en que puedes ayudarlos.
-
Ayúdalos a comprender que todos somos parecidos. Las personas que luchan con trastornos de ansiedad son seres humanos normales respondiendo de una manera previsible a cierto grupo de creencias, pensamientos y miedos.
-
Intenta no ser prejuicioso. La ansiedad no es una debilidad en la persona. Experimentar ansiedad normal demuestra que nos preocupamos por cosas por las que estamos ansiosos. Una manera positiva de mirar a las personas que luchan contra la ansiedad es esta: ellas se preocupan mucho.
-
Siente empatía con ellos. Sé genuino. Escucha para comprender sus sentimientos, valora el por qué están luchando y comunica lo que entiendas. La empatía es la cualidad más eficaz de apoyo psicológico.
-
No les digas que no se preocupen. No les dará alivio. Eso muestra que no entiendes cómo ocurren los cambios. Ayúdalos a identificar lo que pueden hacer de forma realista sobre lo que les preocupa.
-
No les digas que están siendo irracionales. Ellos tienen que reconocer pensamientos y comportamientos perturbadores por ellos mismos. Si les dices que están siendo irracionales, quizás dejen de confiar en ti pensando: “No puedo hablar contigo. Piensas que soy idiota”.
-
Apóyalos. Anímalos a buscar ayuda. Su obispo puede ayudarlos a encontrar un buen consejero. En una crisis o un día difícil, ofrece ayudarlos con una tarea demandante o difícil, tal como enseñar una lección, preparar una comida, lavar ropa, cortar el césped, cuidar a niños, etc.