El papel de la religión en la sociedad: Cinco puntos para considerar
Descubre el impacto que la libertad de culto tiene en el mundo.
No es ningún secreto que la libertad de culto y el papel que tiene la religión en el mundo actual son temas abiertos a considerable debate. En tu búsqueda por adquirir entendimiento, considera estos puntos del élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
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La libertad de culto está en peligro. El ochenta y cuatro por ciento de la población mundial se identifica con una religión en particular; sin embargo, el setenta y siete por ciento de los habitantes del mundo vive en países con grandes o muy grandes restricciones en cuanto a la libertad de culto.
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La religión avanza la civilización. Muchos de los avances morales más significativos de la civilización occidental han sido motivados por principios religiosos, y la predicación de estos desde el púlpito ha persuadido a que se adopten de manera oficial.
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La religión protege la democracia. Las sociedades occidentales no se sostienen principalmente mediante la imposición total de las leyes, lo cual sería poco práctico sino, lo que es más importante, mediante ciudadanos que obedecen de modo voluntario las no exigibles, gracias a las normas internas de conducta correcta que ellos tienen. Para muchas personas, es la creencia religiosa en el bien y el mal y la expectativa de tener que rendir cuentas a un poder superior lo que produce tal autocontrol voluntario.
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La religión preserva la libertad. De hecho, los valores religiosos y las realidades políticas están tan interrelacionados con el origen y la perpetuación de las naciones occidentales que no podemos perder la influencia de la religión en nuestra vida pública sin poner en serio riesgo todas nuestras libertades.
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Las religiones deben responsabilidades a sus gobiernos. Los gobiernos tienen un interés predominante en preservar la seguridad de sus fronteras internacionales, y en defender la salud y la seguridad de sus ciudadanos. Obviamente, tienen el derecho de insistir que todas las organizaciones, incluso las religiones, eviten enseñar el odio y eviten otras acciones que puedan conducir a la violencia u otros actos delictivos hacia los demás.